Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recordó ayer al rey Abdalá II de Jordania su apego al status quo en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, lugar sagrado para judíos y musulmanes.
Durante una visita del monarca a Washington, el presidente estadounidense “reafirmó” ante el rey y el príncipe heredero, Husein ben Abadalá, “la amistad cercana y duradera entre Estados Unidos y Jordania”, informó en un comunicado la Casa Blanca.
Fuera de cámaras, resaltó “la necesidad de preservar el status quo histórico” en la Explanada de las Mezquitas, un punto altamente sensible que es el tercer lugar santo del islam y el más sagrado del judaísmo, que lo llama el Monte del Templo.
Situado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el lugar puede ser visitado en horas precisas por personas que no sean musulmanas, pero sin rezar, una regla cada vez menos respetada por algunos judíos nacionalistas.
El lugar es administrado por Jordania, pero su acceso es controlado por Israel.
En un momento de fuertes tensiones en la región, el presidente demócrata reiteró la posición estadounidense “de fuerte respaldo a una solución de dos Estados” en el conflicto palestino-israelí y saludó el papel del rey Abdalá II y su país “como punto de estabilidad en Medio Oriente”.
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