El papa Francisco ha criticado en una entrevista con la agencia de noticias AP a los países que aplican leyes que criminalizan a las personas homosexuales. El Pontífice ha calificado esas normas como “injustas”, subrayando también que Dios ama a todos sus hijos y apuntando hacia los obispos o conferencias episcopales que todavía apoyan estas leyes para que acojan en su seno a la comunidad LGTBI. “Ser homosexual no es un delito”, ha dicho. Aunque como siempre hace cuando aborda esta cuestión, ha puntualizado que sí se trata de un “pecado”.
“Primero distingamos pecado por delito. Pero también es pecado la falta de caridad con el prójimo”, ha matizado.
Francisco abordó la cuestión de la homosexualidad desde muy al comienzo de su pontificado. Fue en su famosa declaración de 2013, al volver de su viaje a Brasil, cuando lanzó aquello de “¿quién soy yo para juzgarlos?”.
El Pontífice siempre ha dicho que los homosexuales deben ser aceptados por sus familias y se ha referido a la comunidad LGTBI poniendo en valor sus derechos como ciudadanos. También ha defendido las uniones civiles para personas homosexuales y ha hablado en numerosas ocasiones de “ayudar”, pero “sin imponer cosas a la Iglesia que por su naturaleza no se pueden imponer”.
A menudo, sin embargo, ha añadido algunos matices polémicos. Especialmente cuando ha recomendado en más de una ocasión a los padres que detecten a edades tempranas esa tendencia sexual que lleven a sus hijos al psicólogo.
Fuente: El País