El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, arribó en la mañana de este lunes a la Casa Rosada, donde fue recibido por su par argentino, Alberto Fernández, con quien sostendrá una reunión bilateral que marca el retorno del gigante sudamericano a la arena política internacional.
La caravana del mandatario brasileño, quien está desde el domingo en Buenos Aires, llegó a las 11H00 locales (14H00 GMT) a la sede de gobierno argentino, donde Lula y su esposa, Rosángela da Silva, “Janja”, fueron recibidos por Fernández y la primera dama, Fabiola Yáñez.
El mandatario brasileño, de 77 años, realiza como es tradicional su primera visita de Estado a su vecino y socio en el Mercosur -el bloque que completan Paraguay y Uruguay-, para luego participar, el martes, en la cumbre de presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a la que Brasil regresa tras unos años de ausencia.
En un texto común difundido por la Casa Rosada en la noche del domingo y firmado por los dos mandatarios, Brasil y Argentina destacaron que la agenda del encuentro se centrará en “la integración gasífera” como “proyecto estratégico de la relación bilateral” y la discusión “sobre una moneda Sudamericana común” para “flujos financieros y comerciales”.
Al término de su reunión, los dos mandatarios tienen previsto hacer una declaración conjunta ante los medios.
Brasil es el principal socio comercial de Argentina, según cifras oficiales publicadas la semana pasada por el organismo nacional de estadísticas INDEC.
Con 14,3% del total de las ventas argentinas al exterior, el gigante sudamericano es el destino número uno para las exportaciones de Argentina, que en 2022 totalizaron casi 12.700 millones de dólares, un crecimiento de 7,6% respecto al año anterior. En tanto las importaciones desde Brasil superaron por poco los 16.000 millones de dólares y, con un crecimiento anual de 28,8% el año pasado, representan casi 20% de las compras argentinas en el exterior.
Agenda de reuniones
Lula también tiene previsto reunirse en Buenos Aires con el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel. El dirigente de la isla comunista confirmó a través de Twitter que ya se encuentra en la capital argentina.
En cambio, una reunión con el gobernante venezolano, Nicolás Maduro, que estaba en la agenda oficial del brasileño, fue retirada del planning por Planalto este lunes.
La Presidencia no informó oficialmente del motivo de la cancelación, pero fuentes del Ejecutivo y la Cancillería brasileña informaron a la AFP que la reunión fue suspendida a pedido de Maduro, quien, de acuerdo con los informantes, no se encuentra en Argentina.
La presencia de Maduro ha caldeado el ambiente en las horas previas a la CELAC, ya que ha sido denunciado por particulares y organizaciones civiles ante la justicia argentina por violación a los derechos humanos, y algunos dirigentes opositores piden que sea detenido de llegar al país.
“Reconstruir puentes”
El canciller de Brasil, Mauro Vieira, explicó el sábado en una entrevista con la agencia oficial argentina Télam, que Lula buscará “reconstruir puentes” con la comunidad internacional.
“Lo que vamos a hacer en Buenos Aires y Montevideo (ndlr: donde Lula se reunirá con su par uruguayo, Luis Lacalle Pou, el miércoles) es dialogar con los socios en cuanto a la situación que heredamos y posibles rumbos a seguir”, precisó el diplomático.
Lula comienza esta etapa por el vecindario y su primer desafío es la crisis interna del Mercosur tras la decisión de Uruguay de negociar un TLC bilateral con China y solicitar el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de los demás socios, una decisión duramente cuestionada por Brasilia, Buenos Aires y Asunción.
El domingo, en entrevista con Folha de Sao Paulo, el canciller brasileño reiteró su oposición a un TLC Uruguay-China, pero reconoció que “el Mercosur no es el mismo de la época de su creación” en 1991 y que deben considerarse “las necesidades de cada uno y las asimetrías que existen, y ver si se puede hacer algún tipo de concesión”.
Vuelta a la CELAC
El viaje de Lula marca también el retorno de Brasil a la CELAC, un foro de concertación integrado por 33 países, que Brasilia abandonó 2020 por decisión del entonces presidente Jair Bolsonaro, quien consideraba que “daba protagonismo a regímenes no democráticos como los de Venezuela, Cuba, Nicaragua”.
El gobierno Lula pretende dar una señal de “compromiso con los espacios de diálogo y concertación regional”, sostuvo el canciller Vieira. “No se entiende que los hayamos dejado”.
Lula visita Argentina luego de destituir, el sábado, al Comandante en jefe del Ejército, por un “quiebre del nivel de confianza” tras la asonada de partidarios radicales de Bolsonaro a las sedes de los tres poderes públicos en Brasilia el 8 de enero pidiendo una intervención militar que provocara la caída del mandatario.
En su tercer mandato, Lula recibió el apoyo al unísono de las instituciones brasileñas y los actos vandálicos en Brasilia fueron condenados por la comunidad internacional.