Nate Thayer, el periodista independiente estadounidense recordado en Estados Unidos por obtener en primicia una entrevista con el líder de los Jemeres Rojos y genocida de Camboya, Pol Pot, falleció a los 62 años, informó su familia el miércoles.
“Tenía muchas dolencias, estuvo gravemente enfermo por varios meses”,
dijo su hermano a la AFP.
Thayer dedicó años a cubrir la política y la sociedad en Camboya, incluyendo a los Jemeres Rojos (“Khmers Rouges”), miembros del Partido Comunista que aplicaron un brutal régimen que dejó más de un millón de muertos entre 1975 y 1979.
Con su cabeza rapada, mascando tabaco o manejando armas, Thayer se ganó una reputación como un periodista de inmersión que se embarcaba en disparatadas aventuras.
Comenzó su carrera en la agencia estadounidense Associated Press (AP) a finales de la década de 1980 y tras su paso por varias publicaciones obtuvo acceso a contactos clave en la peligrosa región selvática fronteriza entre Tailandia y Camboya. Finalmente en 1997 consiguió entrevistar a Pol Pot, quién no había concedido declaraciones a los medios en dos décadas.
Publicó la entrevista en el Far Eastern Economic Review de Hong Kong. Pol Pot, señalado del asesinato de más de un millón de personas, le dijo “¿Soy un salvaje? Mi conciencia está limpia”.
Un año más tarde, Thayer volvió a alzarse con la primicia sobre los otros con la muerte de Pol Pot y una entrevista con Ta Mok, el comandante con una sola pierna del ejército de los Jemeres Rojos y rival del difunto líder.
En la zona fronteriza entre Tailandia y Camboya, también se vio atrapado en medio de las balas en choques de facciones armadas y resultó gravemente herido por una mina en 1989, mientras se movía con las guerrillas camboyanas.
Hijo de un exembajador estadounidense en Singapur, Thayer dedicó la mayor parte de su carrera a informar sobre países convulsionados en Asia como Birmania y Corea del Norte. También cubrió la invasión de Estados Unidos a Irak.
En la última década, publicó en internet artículos sobre la ultraderecha de Washington y Massachusetts. Pasó sus últimos meses escribiendo poesía para su “mejor amigo”, su perro Lamont.