El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un ferviente católico, lamentó el sábado la muerte del expapa Benedicto XVI y elogió su “devoción hacia la Iglesia”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un ferviente católico, lamentó el sábado la muerte del expapa Benedicto XVI y elogió su “devoción hacia la Iglesia”.
El fallecido Papa “será recordado como un teólogo reputado, con toda una vida de devoción a la Iglesia, guiado por sus principios y su fe”, dijo Biden en un comunicado.
Segundo presidente católico en la historia de Estados Unidos, después de John F. Kennedy, Biden se reunió con el papa Benedicto XVI en el Vaticano en 2011. “Siempre recordaré su generosidad y su acogida, así como nuestra profunda conversación”, escribió.
Biden rara vez falta a la misa dominical, esté donde esté. Orgulloso de sus raíces irlandesas, dice que su fe está arraigada en la tradición de la clase obrera, que predica la humildad y la verdad.
El presidente demócrata profesa un catolicismo humanista para defender la justicia social, económica y racial, y es considerado progresista en cuestiones morales, en particular respecto a la defensa del derecho al aborto.
Esto le valió críticas por parte del clero estadounidense, que llegó incluso a negarle la comunión por este motivo en 2019 en una iglesia. En aquella ocasión, Biden recordó que la había recibido del propio papa.