La Universidad de Chile ya comenzó una investigación para aclarar por qué se avalaron esos trabajos de titulación
La Universidad de Chile quedó envuelta en un grave escándalo luego de que se viralizaran dos tesis que promueven la pedofilia, lo que ya fue repudiado por académicos, autoridades y ciudadanos en general.
“Pedófilos e infantes: pliegues y repliegues del deseo” y “El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo”, son los títulos de los trabajos de investigación que generaron estupor por justificar el abuso sexual infantil, y que todavía pueden ser consultados en el repositorio web de la universidad.
Los textos académicos fueron publicados en diferentes años pero coinciden en avalar la “necesidad” de escuchar a los pedófilos, así como el “derecho” de los menores a “ejercer” su sexualidad. Estas premisas violan las leyes nacionales y los tratados internacionales en favor de la infancia.
En el caso de “Pedófilos e infantes: pliegues y repliegues del deseo”, es un trabajo escrito en 2016 por Leonardo Arce como culminación de su grado de Magíster en Estudios de Género y Cultura en América Latina de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
“La presente tesis es la apuesta reflexiva de una consecuencia usualmente evitada por un cúmulo de reflexiones y disciplinas sobre la infancia que apelan a una nueva representación del infante como sujeto de derecho, sujeto con voz o sujeto completo”, señala.
La investigación deja clara la postura del autor para relativizar el abuso sexual infantil, pero la dedicatoria es todavía más contundente.
“Dedicada a los niños y niñas de deseo inquieto, para que alguna vez puedan tocarse y ser tocados sin miedo ni culpa. A los pedófilos de deseo culposo, para que exorcicen su malestar y sus temores por amar a quienes aman”, afirma.
Explicaciones
Por otra parte, “El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo”, es una tesis escrita en 2020 por Mauricio Quiroz Muñoz para optar al grado de Licenciado en Educación Media.
“¿Cuál es la relación de la educación con el pedófilo? ¿Son intrínsecamente contrarios? El siguiente trabajo problematiza la figura del pedófilo en relación con la educación a partir de las reflexiones que René Schérer se hace en su texto La pedagogía pervertida (1983)”, explica el trabajo.
Desde este marco influenciado por el psicoanálisis, la filosofía del deseo, la deconstrucción y el contexto de mayo del 68, agrega el autor, es que pretende releer textos claves de la educación para buscar en dos épocas distintas las relaciones entre pedofilia-educación.
“Esta relación se expresa como el olvido de la sexualidad en la educación a la par de la construcción del alumne como un sujeto sin voz. La figura del pedófilo desde un enfoque histórico y filosófico nos obliga como pedagogos a replantear nuestra concepción de la sexualidad del niñe, adolescente y la propia, removiendo así los dogmas del adultocentrismo”, afirma.
La viralización de ambos trabajos académicos desató una ola de repudio en los medios de comunicación y en las redes sociales, lo que obligó a la Facultad de Filosofía y Humanidades a emitir un comunicado en el que anunció que iniciará una investigación.
“Ante la preocupación pública que han suscitado dos trabajos de finalización de estudios de programas dependientes de nuestra Facultad, lamentamos profundamente sus efectos negativos y por ello queremos reafirmar nuestro compromiso permanente e irrestricto con la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes”, señaló.
Repudios
Si bien reconoció “la alta sensibilidad” del tema abordado, la Facultad aclaró que son trabajos académicos “de corte puramente teórico, que no reportan intervención sobre poblaciones humanas, y que, incluso habida cuenta de lo discutible que resulta ser su contenido, cumplieron con los requerimientos” para ser aceptados.
La respuesta fue insuficiente. Así lo advirtieron 26 académicos que firmaron una declaración en la que criticaron la posición de las autoridades universitarias, en particular con respecto a la segunda tesis de la polémica, ya que es resultado de un seminario del que ni siquiera sabían su existencia.
“Expresamos nuestro más absoluto rechazo a la instrumentalización del pensamiento y el espacio académico, así como de la pedagogía, para la elaboración de discursos que se vinculan potencialmente a delitos que vulneran los derechos de la infancia, niñez y adolescencia”, señalaron.
Lamentaron, además, “que se asocie la idea de pedofilia con el ejercicio docente, especialmente en momentos en que la docencia y los estudios pedagógicos se ven altamente desafiados por la crisis educativa que demanda respuestas a problemas urgentes”.
Por parte del Gobierno nacional, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, calificó estos hechos como “graves” y confió en que, bajo el principio de la autonomía universitaria, se podrán garantizar derechos fundamentales.
“Debemos resguardar los Derechos Humanos y, en especial, el interés superior de niños y niñas en todos los espacios, especialmente en aquellos formativos”, señaló.
Fuente: RT.