Francia. El hombre de 69 años sospechoso de haber matado a tres personas, el viernes, cerca de un centro cultural kurdo de París, le dijo a un policía que actuó así porque es “racista”.
El ataque tuvo lugar poco antes del mediodía en la calle Enghien, a la altura de un establecimiento cultural kurdo, en un barrio con numerosos bares, comercios y población de esa comunidad, en pleno centro de París.
El sospechoso, un conductor de tren retirado de nacionalidad francesa, que logró ser controlado por varias personas antes de que interviniera la policía, dijo que era “racista”, informó el sábado a AFP una fuente próxima al caso.
La policía investigará al individuo por asesinato, intento de asesinato, violencia con arma e infracciones de la legislación con armas de carácter racista, una “circunstancia [que] no modifica la pena máxima” a la que se expone el sospechoso, “que sigue siendo la cadena perpetua”, precisó la fiscalía.
De momento, se descartó la pista terrorista, precisó el viernes la fiscal de París, Laure Beccuau.
El hombre fue arrestado con “un maletín” con “dos o tres cargadores llenos y una caja de cartuchos de calibre 45 con al menos 25 cartuchos dentro”, precisó la fuente.
El ataque dejó tres muertos, una mujer y dos hombres, y tres heridos, uno de ellos grave, según el último balance.
La mujer, Emine Kara, era una responsable del Movimiento de las Mujeres kurdas en Francia, según el Consejo Democrático Kurdo de Francia (CDK-F). Había solicitado asilo político, pero le fue denegado, según el portavoz del movimiento, Agit Polat.
– Protestas –
Los dos hombres muertos son Abdulrahman Kizil, “un ciudadano kurdo ordinario” que frecuentaba la asociación “a diario”, y Mir Perwer, un artista kurdo, refugiado político, que está “perseguido en Turquía por su arte”, indicó el CDK-F.
Una fuente policial confirmó las identidades de Emine Kara y Abdulrahman Kizil.
El presidente francés, Emmanuel Macron, denunció un “odioso ataque” contra “los kurdos de Francia” y, a petición suya, el prefecto de policía de París recibió este sábado a representantes de la comunidad kurda.
Por la tarde, centenares de personas se congregaron en la céntrica plaza de la République de la capital, donde guardaron un minuto de silencio por los tres fallecidos y por los que “murieron por la libertad”.
“Lo que sentimos es dolor y desconfianza, porque no es la primera vez que esto ocurre”, declaró Esra, una estudiante de 23 años.
Tres activistas kurdas fueron asesinadas en la misma zona de París en 2013, un crimen que causó gran conmoción entre la diáspora kurda de Francia.
Durante la protesta, manifestantes lanzaron proyectiles contra los policías, que respondieron con gases lacrimógenos.
Periodistas de AFP en el lugar vieron al menos cuatro autos volcados en el área, uno de ellos, incendiado.
En Marsella (sur) también se llevó a cabo una marcha similar, a la que asistieron cientos de personas.
– Antecedentes –
El presunto autor de los disparos fue detenido poco después de la tragedia y puesto bajo custodia policial.
El agresor “quería atacar a extranjeros” y “a todas luces actuó solo”, acotó el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, quien señaló que además frecuentaba un campo de tiro.
Ligeramente herido en la cara durante su arresto, era conocido de la policía y había sido condenado en junio a doce meses de prisión por actos de violencia con armas cometidos en 2016, sentencia que apeló.
También fue imputado en diciembre de 2021 por violencia con armas, con premeditación y de carácter racista, y daños a la propiedad por hechos cometidos el 8 de diciembre de 2021.
En este segundo caso, es sospechoso de haber herido con un sable a migrantes de un campamento parisino y de haber rasgado sus tiendas de campaña, relató en ese momento una fuente policial.
Tras un año en prisión preventiva, salió en libertad el 12 de diciembre, como exige la ley, y fue puesto bajo control judicial, según la fiscal de París.
En 2017, el hombre fue condenado a seis meses de prisión condicional por posesión prohibida de armas.
El padre del atacante, de 90 años, lo describió como un hombre “tranquilo”, “realmente retraído” y afirmó que en la mañana de los hechos “no dijo nada al salir”. “Está loco”, agregó.
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