Este jueves ha sido un mal día para Juan Guaidó. No porque lo hayan encarcelado o judicializado, como puede suceder a alguien que se autoproclame presidente de un país, sino porque han sido sus propios colegas de oposición quienes finalmente le han sacado la ‘silla presidencial’, que si bien ostentaba imaginariamente, le permitía controlar cuantiosos activos de Venezuela en el exterior.
Los partidos de oposición que nombraron a Guaidó como ‘presidente interino’ han dictado la sentencia de muerte del interinato. La votación de sus compañeros dice mucho del nivel de debilidad que sufría su proyecto: 72 votos a favor de su ‘destitución’ y apenas 23 votos en contra de esta, además de nueve abstenciones.
Según la decisión tomada, la Asamblea Nacional elegida en 2015, y cuyo período finalizó en enero de 2021, se mantiene ‘vigente’ solo para legislar en materia de “defensa de los activos de Venezuela en el exterior”. Así, tomaría el control de las juntas ad hoc que administran a la petrolera Citgo y el Banco Central paralelo. Esto fue informado por Alfonso Marquina, vocero de los tres partidos que hacen mayoría sólida en dicho grupo de exdiputados: Un Nuevo Tiempo (UNT), Primero Justifica (PJ) y Acción Democrática (AD).
“La decisión supone para Voluntad Popular, el partido liderado por Leopoldo López, un puntillazo contra su inefectiva política insurreccional, que arrastró a la oposición a su peor derrota política”.
El desenlace definitivo aún tiene que esperarpor una segunda sesión, que debe ser convocada antes del 5 de enero, fecha en la cual debe instalarse, según la Constitución, la nueva directiva del legislativo.
No ha habido información concreta sobre el debate como tal y apenas se divulgó un video de Guaidó, quien aún considera posible superar el escollo para la siguiente discusión: “Logremos avanzar en los puntos claros de diferencia expresados hoy”.
La decisión supone para Voluntad Popular, el partido liderado por Leopoldo López, un puntillazo contra su inefectiva política insurreccional, que arrastró a la oposición a su peor derrota política después de haber conseguido un triunfo rotundo en las legislativas de 2015.
De la misma manera, la decisión muestra un cambio de estrategia de la oposición y acelera el giro que favorecería su incorporación a la institucionalidad democrática. Sin embargo, al mantener activa la Asamblea Nacional de un período legislativo anterior al vigente, tal como decidieron, puede seguir poniendo en peligro su normalización política.
“Aunque el ‘golpe’ a Guaidó parece un hecho consumado, todavía no es un caso cerrado. Habrá que esperar la postura de EE.UU., uno de los pocos países que aún reconocen a Guaidó y su principal aliado”.
Por ahora, los partidos opositores se están deslastrando del peso que significa sostener un gobierno paralelo, en momentos en los que quieren volver al cauce electoral. Pero ahora serán escrutados por la gestión sobre los activos de Venezuela en el exterior, lo que puede ser un dolor de cabeza debido a que están asumiendo la responsabilidad pública sobre unos bienes cuya administración es opaca y controvertida.
Esperando a EE.UU.
Aunque el ‘golpe’ a Guaidó parece un hecho consumado, todavía no es un caso cerrado. Habrá que esperar la postura de Washington, ya que EE.UU. no solo es uno de los pocos países que aún reconocen a Guaidó, sino también que es su principal aliado y podría sostener su apoyo, lo que sería suficiente para perpetuar el control sobre Citgo y mantener abierta la embajada en Washington.
No obstante, desde hace semanas, algunos medios como CNN vienen filtrando información, según la cual, el respaldo de Washington a Guaidó llegaría a su fin el próximo mes de enero.
El 5 de enero próximo será la fecha decisiva para conocer el futuro de la oposición y del ‘interinato’.
Fuente: RT.