El Kremlin aseguró este jueves que la visita del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a Estados Unidos es una prueba de la falta de “voluntad de escuchar a Rusia” y el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que deseaba que el conflicto terminara lo “antes” posible.
En su primer viaje internacional desde el inicio del conflicto, Zelenski recibió el miércoles trato de héroe en Washington, donde se reunió con su homólogo Joe Biden en la Casa Blanca y pronunció un aplaudido discurso ante el Congreso.
El jefe de Estado ucraniano obtuvo además la promesa de un paquete masivo de ayuda y nuevas entregas de armas que incluirán por primera vez el sistema de defensa antiaérea Patriot.
Para Zelenski, la ayuda es indispensable para sus tropas y es “una inversión en la seguridad global y la democracia”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró sin embargo que su ejército encontraría el “antídoto” para esquivar este sistema de defensa.
“Los que se enfrentan a nosotros dicen que es un arma defensiva. Muy bien, lo tendremos en cuenta. Siempre habrá un antídoto. Así que la gente que está haciendo eso, lo hace en vano. No sirve más que para prolongar el conflicto”, dijo a la prensa.
El mandatario ruso insistió en que el objetivo de Moscú era “terminar” el conflicto.
“Nos esforzaremos para que esto termine. Y cuanto antes, mejor, por supuesto”, añadió.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, había criticado unas horas antes que ni el presidente Biden ni el presidente Zelenski hayan dicho algo “que pueda ser visto como una posible voluntad de escuchar las preocupaciones de Rusia”.
Peskov criticó entre otros la ausencia de “llamados de paz” o “advertencias” de Estados Unidos a Zelenski contra los “continuos bombardeos a edificios residenciales en las zonas pobladas del Donbás”, región del este de Ucrania en parte controlada por separatistas prorrusos y a menudo blanco de las fuerzas ucranianas.
– Ninguna voluntad “significativa” –
Tras las declaraciones de Putin, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aseguró que Rusia no había manifestado “ningún interés [para iniciar] una diplomacia significativa” para poner fin al conflicto, que inició con la ofensiva rusa contra Ucrania el 24 de febrero.
A su regreso de Estados Unidos, el mandatario ucraniano mantuvo un encuentro el jueves con su homólogo polaco, Andrzej Duda, antes de llegar a Ucrania unas horas más tarde.
En los últimos meses, las tropas rusas encajaron varios reveses militares y fueron expulsadas de la región de Járkov (noreste) y de la ciudad de Jersón (sur).
Desde octubre, Moscú cambió de estrategia y optó por bombardeos masivos a las infraestructuras básicas ucranianas, que han privado a millones de personas de electricidad, agua o calefacción.
El sistema Patriot estadounidense va a reforzar “de manera significativa” la defensa ante este tipo de ataques, aseguró Zelenski.
Washington aseguró el jueves que el grupo paramilitar Wagner, presente en Ucrania, había recibido una entrega de armas proveniente de Corea del Norte.
El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, destacó que Wagner estaba “emergiendo como un centro de poder rival” a las fuerzas regulares y a los ministerios rusos.
– Objetivo: Donetsk –
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, se desplazó a la “primera línea” del frente para inspeccionar las posiciones rusas, las condiciones del personal y el material, indicó su departamento el jueves sin precisar el lugar ni la fecha.
El jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerasimov, confirmó por su parte que el objetivo de las fuerzas rusas en Ucrania era tomar el control de la totalidad de la región industrial de Donetsk, en el este. Según él, hay una “estabilización” en la línea del frente, de unos 815 km de largo.
En el terreno, los combates y los bombardeos continuaban el jueves con al menos un muerto y 14 heridos en todo el país en la última jornada, indicó la presidencia ucraniana.
Del lado ruso, el exjefe de la agencia espacial Roscosmos, Dmitri Rogozin, informó que había resultado herido en un ataque ucraniano contra un hotel en la región de Donetsk.
El comité de investigación ruso dijo que este ataque “probablemente” se realizó con un cañón de artillería francés Caesar, entregado por París a Kiev.
Y en la región de Jersón, en el sur, la autoridad de una localidad ucraniana bajo control ruso fue asesinada en un atentado con bomba de los “terroristas ucranianos”, según la administración impuesta por Moscú.