Según la portavoz del presidente estadounidense, estas circunstancias se han dado en momento en que Twitter se enfrenta a un aumento de los discursos de odio
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, tachó este lunes de “distracción” y de “noticias viejas” la reciente publicación de documentos internos de Twitter que evidencian las “medidas extraordinarias” que adoptó la plataforma para suprimir la historia del portátil del hijo del presidente de EE.UU., Hunter Biden.
Jean-Pierre afirmó que el nuevo propietario y jefe de Twitter, Elon Musk, “empuja al azar esta distracción, que está tan llena de viejas noticias”.
Según la alta vocera, ocurre esto en momentos en que Twitter se enfrenta a un aumento de los discursos de odio. “Twitter se enfrenta a cuestiones muy reales y muy serias sobre el creciente volumen de ira, odio y antisemitismo en su plataforma”, denunció.
El pasado viernes, Musk reveló las medidas que —según dijo— tomó desde 2020 la plataforma para suprimir la historia del portátil de Hunter Biden. En su publicación, el empresario se refirió a un hilo del periodista y escritor Matt Taibbi.
Cuando el periódico New York Post publicó el material de Hunter Biden, Twitter “tomó medidas extraordinarias para suprimir la historia, borrando enlaces y publicando advertencias de que podría ser ‘dañino'”, e incluso bloqueó su difusión por mensajes directos, una herramienta que hasta ese momento solo se aplicaba a “casos extremos, como la pornografía infantil”, aseguró Taibbi.
Contenido del portátil
Ciertos contenidos del portátil fueron dados a conocer por The New York Times por primera vez antes de las elecciones presidenciales de 2020.
Los correos electrónicos almacenados en el ‘laptop’ detallan la participación de Hunter Biden en numerosas empresas extranjeras, incluido un puesto muy bien pagado en el consejo de administración de una compañía energética ucraniana, así como acuerdos millonarios en China que dependían de la presentación de socios a su padre, o un supuesto plan para organizar la financiación de una empresa contratista del Pentágono para que estudiara peligrosos agentes biológicos en Ucrania.
Algunas fotografías que supuestamente se obtuvieron del ordenador portátil darían cuenta, además, de las inclinaciones sexuales y el consumo de drogas de Hunter.