Los diputados franceses aprobaron este jueves inscribir el aborto en la Constitución, primer paso de una iniciativa para blindar este derecho en el país en respuesta a los retrocesos registrados en Estados Unidos.
Por 337 votos a favor y 32 en contra, la Asamblea Nacional (cámara baja) aprobó la propuesta de ley promovida por la izquierda radical, que ahora debe lograr el visto bueno del Senado y de los franceses en referéndum para entrar en vigor.
“Francia habla hoy al mundo”, se felicitó la ponente del texto, la diputada Mathilde Panot, quien llamó no obstante al gobierno a presentar su propio proyecto de ley para agilizar el trámite, ya que permitiría evitar un referéndum.
La Asamblea Nacional (cámara baja) aprobó modificar la Carta Magna de 1958 para incluir que “la ley garantiza la efectividad y la igualdad en el acceso al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”.
El aborto fue despenalizado en Francia en 1975 por una ley promovida por Simone Veil, icono de la emancipación femenina y superviviente del Holocausto. La última modificación fue en marzo para extender el pazo hasta las 14 semanas.
La anulación del derecho al aborto a nivel nacional en Estados Unidos por la Corte Suprema en junio conmocionó al mundo y, en Francia, se tradujo en el anuncio de iniciativas por el gobierno y la oposición para blindarlo.
“Ninguna democracia, incluso la más grande de todas, está a salvo” de un retroceso, advirtió al inicio del debate el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, quien expresó el apoyo del gobierno a la iniciativa.
Aunque el partido La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), ponente de la propuesta de ley, buscaba inscribir también la anticoncepción en la Constitución, finalmente dio marcha atrás en este punto para lograr un consenso.
El ministro había alertado que, con la redacción inicial, la propuesta tenía pocas posibilidades de prosperar en el Senado –que rechazó un texto similar en octubre– y llamó a concentrarse en el aborto, retirando así los anticonceptivos.