Las autoridades cataríes prohibieron la venta de alcohol en sus estadios durante la Copa del Mundo, revocando así la decisión de permitir vender cerveza Budweiser, según informó este viernes la FIFA.
El torneo, que suele ser el mayor acontecimiento deportivo del mundo y que lleva una década planificándose, comienza este domingo con el partido entre los anfitriones y Ecuador.
Los planes preveían que los asistentes pudieran comprar alcohol en las zonas oficiales de hinchas entre ciertas horas y en las zonas de acceso a los estadios, pero ahora parece que se prohibirá la venta en las zonas de acceso.
“Tras las discusiones entre las autoridades del país anfitrión y la FIFA, se ha tomado la decisión de centrar la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival y otros destinos para los hinchas y locales con licencia, eliminando los puntos de venta de cerveza de los perímetros de los estadios de la Copa Mundial de la FIFA 2022”, dijo un portavoz del órgano regulador del fútbol mundial en un comunicado.
La medida pone a la FIFA en una situación de colisión con el fabricante de cerveza AB InBev, propietario de Budweiser, uno de los principales patrocinadores de la Copa del Mundo y que tiene un acuerdo de patrocinio de 75 millones de dólares con el organismo organizador.
“Los organizadores del torneo agradecen la comprensión y el apoyo continuo de AB InBev a nuestro compromiso conjunto de atender a todo el mundo durante la Copa Mundial de la FIFA”, dice el comunicado.
Con esta prohibición los únicos lugares en el que se podrá comprar y consumir alcohol dentro o en los alrededores de los estadios será en las lujosas zonas de hospitalidad y en los palcos, que cuestan a partir de 22.450 dólares por partido.
A los aficionados que accedan a un asiento en un palco se les promete “refrescos, cervezas, champán, vinos seleccionados por sumilleres y licores de primera calidad”.
“Un mayor número de aficionados está asistiendo desde Oriente Medio y el sur de Asia, donde el alcohol no juega un papel tan importante en la cultura”, dijo a Reuters una fuente con conocimiento de las negociaciones. “Se pensó que, para muchos aficionados, la presencia de alcohol no crearía una experiencia agradable”.
Tras estas declaraciones, Budweiser emitió una respuesta desde su cuenta de Twitter, la cual fue borrada posteriormente: “Bueno, esto es incómodo”, escribió la compañía.