Los agentes estadounidenses que repelieron el lunes a un centenar de migrantes venezolanos en la frontera con México usaron munición de “gas pimienta” contra ellos porque “se volvieron combativos y físicamente agresivos”, informó este martes la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El lunes, un centenar de migrantes venezolanos protestaban en la frontera norte de México cuando fueron repelidos por agentes fronterizos estadounidenses, constató la AFP.
“Los informes preliminares indican que varias personas se volvieron combativas y físicamente agresivas, lo que resultó en el despliegue de municiones de balas de pimienta”, afirmó este martes Chris Magnus, director de la CBP, en un comunicado.
Se trata de “un sistema, menos que letal, que los agentes están capacitados para usar para protegerse a sí mismos y a otros de un ataque”, señaló Magnus, y añadió que la Oficina de Responsabilidad Profesional “está examinando este incidente”.
Cientos de migrantes venezolanos “intentaron entrar a Estados Unidos sin autorización a lo largo del límite internacional de río Grande”, sostuvo.
En un comunicado, Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), exigió una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido y pidió “a las autoridades de inmigración que actúen con justicia en lugar de dar la espalda a las personas, familias, mujeres y niños que tienen derecho a solicitar asilo”.
Los migrantes consiguieron cruzar el río, antes de volver a México, al grito de “¡déjenos entrar, queremos trabajar!”, comprobó el lunes una periodista de la AFP.
Numerosos venezolanos han instalado un campamento en Ciudad Juárez con la esperanza de poder cruzar la frontera pese a que Washington modificó el 12 de octubre sus políticas migratorias.
Según la nueva directiva, 24.000 venezolanos podrán ingresar mediante una petición formal y por vía aérea, mientras que aquellos que crucen la frontera ilegalmente serán devueltos a territorio mexicano.