El defensor de la libre expresión Elon Musk ha completado su polémica compra de Twitter, lo que aumenta la posibilidad de que retire los vetos de algunos de los tuiteros más ofensivos de la plataforma.
A finales de octubre, Elon Musk finalmente podría ser dueño de Twitter, después de darse la vuelta sobre la compra de la red social por 44 mil millones de dólares.
Cuando Musk acordó originalmente comprar Twitter en abril, antes de tratar de retirarse del acuerdo, dijo: “La libertad de expresión es la base de una democracia en funcionamiento, y Twitter es la plaza digital de la ciudad donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”.
Musk critica sin vergüenza las reglas de Twitter destinadas a frenar el acoso, el extremismo y la desinformación, argumentando que los esfuerzos de la plataforma para promover “conversaciones saludables” son demasiado restrictivos.
Eso podría significar levantar las prohibiciones del expresidente Donald Trump (bloqueado después de incitar a la violencia que llevó a los Estados Unidos). Insurrección del Capitolio), el teórico de la conspiración Alex Jones, Marjorie Taylor Greene y los negadores de las elecciones de 2020 como Mike Lindell.
Los expertos, que estudian las redes sociales, temen que permitir que Twitter muestre todo el discurso legal vea un diluvio de toxicidad, desde el abuso misógino, racista y transfóbico hasta las afirmaciones falsas sobre la seguridad del voto y la eficacia de las vacunas.
