Santiago, Chile |Shane Cienfuegos, de 29 años, es la primera persona que recibió una cédula de identidad en Chile que no identifica el género, un acto administrativo que siente como una “victoria” sobre la discriminación y violencia que ha soportado su colectivo.
“Sentí un gran peso depositado en mis hombros”, dijo con una mezcla de nerviosismo e incredulidad, al recibir hace 10 días la primera cédula de identidad no binaria del país, que tiene una “X” en lugar de la “F” que identifica al género femenino o la “M” para el masculino.
“Es difícil ser le primere”, reconoció Cienfuegos a la AFP, quien pide que se refieran a su persona con el pronombre “elle”, no previsto por la lengua española, por considerarse “trans no binaria”.
Los “no binarios” no se sienten exclusivamente hombre o mujer, sino que se perciben como ambos, una combinación de los dos, o directamente, “otres”.
“Esta no es una victoria de Shane, es una victoria colectiva” de las personas no binarias, agrega Cienfuegos, con su pelo largo y negro, barba, labios pintados de rojo y que lleva un vestido floreado, pañuelo al cuello y sandalias con plataforma.
“Esto les ha dado una ventana de oportunidades que antes no existía en cuanto a la legitimidad de su identidad de género. Hoy pueden generar procesos de inserción en espacios educacionales y laborales”, agrega, al explicar la lucha que en su caso significó nueve años de procesos judiciales.
Sobrevivir a la discriminación
Pero conseguir la “X” alivia solo una parte de la larga batalla por evitar la “discriminación” que sufren las personas que se identifican como “no binarias”, tanto “fuera del colectivo (trans) como dentro”, dice Cienfuegos.
Tres veces le han tratado de matar. En una de ellas, mediante un empujón en una estación del metro de Santiago.
“He tenido que pelear por mi vida en la calle ya no sé cuántas veces. He sobrevivido; me he hecho dure para sobrevivir a un sistema cruel y deshumanizante, que solamente nos quiere dejar en la calle”, relata antes de presentar su libro “A través del CIStema memorias y reflexiones de una travesti chica”, en el Centro Cultural del barrio de Las Condes, donde algunos le pedían una fotografía mientras otros miraban impresionados.
“La principal causa de la muerte trans es el asesinato. No nos morimos de diabetes o de un ataque, nos morimos porque nos asesinan, porque nos suicidamos por esa violencia”, agrega Cienfuegos, activista por los derechos de las personas no binarias desde la secundaria y quien tuvo que recurrir al trabajo sexual para pagarse los estudios de técnico en Trabajo Social.
“Cuando tenía nueve años iba caminando de mañana al colegio y me gritan ¡Travesti!. No sabía lo que era, pero sabía que me iba a acompañar el resto de mi vida. Ahí, automáticamente me di cuenta de que no era hombre o mujer”, agrega Shane Cienfuegos, que actualmente coordina la unidad de intervención social de Organizando Transdiversidades (OTD) de Chile, una entidad activista que entrega apoyo social a personas trans.
En 2021 se registraron en Chile 1.114 denuncias por discriminación a personas LGBTI y 127 de ellas correspondieron a personas transgénero, según una encuesta del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Derechos versus conservadurismo
Shane Cienfuegos batalló en los tribunales chilenos para obtener su identificación, ya que no existe una vía administrativa para que una persona no binaria obtenga su documento.
En julio pasado, con apoyo de la clínica jurídica de la Universidad de chile y OTD Chile, un tribunal de apelaciones de Santiago reconoció su identidad de género no binaria.
“La cédula de identidad no binaria es un hito dentro de toda la gama de hitos que son un avance de derechos fundamentales. Pero el conservadurismo va relacionado con el trato diario discriminatorio con las personas de la diversidad sexual, que perdura”, concluye.
En julio de 2021, Argentina se puso a la vanguardia en América Latina cuando aprobó que el documento nacional de identidad en ese país sumara la opción “X” a la hora de definir el género.