El Ministro de Relaciones Exteriores, quien aseguró que el 26 de septiembre todo estaba en general bajo control, se convirtió en el vocero de un pueblo que grita angustiado, que no vive sino que sobrevive.
“Tengo la delicada misión de llevar ante el Consejo de Seguridad el grito de angustia de todo un pueblo que sufre y decir, en voz alta e inteligible, que los haitianos no vivimos. Ellos sobreviven. Hablo en nombre de los 4 millones de niños que no han podido asistir a la escuela debido a la violencia de las pandillas. También hablo en nombre de las mujeres y niñas violadas y de los inocentes asesinados”, dijo el canciller Généus, quien aprovechó la oportunidad para expresar el “profundo agradecimiento” del primer ministro Henry “por la rapidez con la que investigaron el expediente, compromiso junto a nosotros, en la lucha contra las bandas armadas y sus patrocinadores que aterrorizan a la población”.
“Desde el 12 de septiembre, la situación ha evolucionado peligrosamente hacia el deterioro. Todos los días se registran hechos lamentables y lamentables: pérdida de vidas humanas, secuestros, destrucción de bienes públicos y privados, violaciones, robos, saqueos, amenazas e intimidaciones. Esto está hundiendo aún más al país en el caos con consecuencias gravísimas para toda la población, en particular el resurgimiento del cólera”, dijo Généus en su boceto igualmente oscuro que el último era rosa.
“En las últimas semanas hemos sido testigos de un deterioro considerable de la situación socioeconómica del país. La terminal petrolera de Thor, en la entrada sur de la capital, experimentaba grandes dificultades para entregar combustible por los canales habituales, debido a la acción de las bandas que controlaban el distrito. El 12 de octubre de 2022, la terminal petrolera de Varreux, la más grande del país, fue ocupada y controlada por bandas armadas”, dijo el canciller, quien se refirió a los intentos de la policía de tomar el control de la terminal controlada por el líder de la banda Jimmy Chérizier, desde el 12 de septiembre de 2022.
Los intentos de las fuerzas del orden para desbloquear la carretera fracasaron y se encontraron con disparos de armas pesadas.
Esta situación provocó escasez de combustible y tuvo consecuencias catastróficas para el país. Los hospitales han tenido que cerrar sus puertas o reducir considerablemente sus actividades, el agua potable ya no sale por los grifos, porque las estaciones de bombeo están paradas por falta de combustible, el transporte público se reduce.
El abastecimiento de alimentos a la capital y las ciudades provinciales se está volviendo difícil y corre el riesgo de agravar rápidamente la crisis humanitaria. 12.000 empleos están amenazados en la Zona Franca de Caracol que corre el riesgo de cerrar sus puertas al no poder abastecerse de combustible.
“Esta efervescencia sociopolítica también es financiada por actores económicos amenazados en sus intereses inmediatos. Se oponen a que el gobierno suspenda el subsidio de 400 millones de dólares a la importación de derivados del petróleo. Esta medida ha alimentado el descontento de los sectores mafiosos que también han aprovechado la coyuntura para sembrar el desorden y bloquear el país, buscando por todos los medios descarrilar el proceso de transición”, prosiguió, subrayando que “es en esta inestable y ambiente peligroso que vive la desolada población haitiana y que enfrenta la terrible cotidianidad”.
“Ella espera con impaciencia la vuelta a la normalidad y sobre todo a la seguridad, el primero de los bienes. Se hace urgente que Haití cuente con un apoyo contundente que venga en ayuda de la policía nacional para frenar la crisis humanitaria, neutralizando a las bandas armadas para garantizar la distribución gratuita de combustible y facilitar la reanudación de las actividades”, cuenta un Nuevamente suplicó el ministro de Asuntos Gubernamentales Henry, quien votó el pasado 6 de octubre una resolución solicitando ayuda militar especializada a la comunidad internacional.
Le Nouvelliste