Estados Unidos.- La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, mencionó dos propuestas en las que trabajan su país y México, una de las cuales, además de sanciones contra las pandillas y sus patrocinadores, autorizaría el envío a Haití de militares no pertenecientes a las fuerzas de la ONU.
Durante la reunión sobre la situación en este país propenso al caos, el lunes 17 de octubre de 2022, dijo “La segunda resolución en la que estamos trabajando autorizaría una misión internacional de asistencia en seguridad, no vinculada a Naciones Unidas, con el fin de mejorar la situación en materia de seguridad y permitir la entrega de ayuda humanitaria al país que la necesita desesperadamente”.
“Esto refleja una de las opciones que el Secretario General recomendó al Consejo de Seguridad para considerar. Esta es también una respuesta directa a la solicitud de ayuda internacional formulada por el Primer Ministro Henry y el Consejo de Ministros de Haití para ayudar a restaurar la seguridad y aliviar la crisis humanitaria. Y también consultamos ampliamente con otras partes interesadas en Haití, incluida la sociedad civil y el sector privado”, explicó Linda Thomas-Greenfield, quien dio otros detalles.
Esta resolución propondrá una misión ajena a la ONU, limitada y de tamaño cuidadoso, dirigida por un país socio con la profunda experiencia necesaria para que tal esfuerzo sea efectivo.
Agregó que en las Naciones Unidas y dentro del gobierno de los Estados Unidos, trabajaran con sus socios y otros miembros del Consejo para definir los parámetros específicos de la misión, y los Estados Unidos estudiarán los medios más efectivos de apoyo directo.
De acuerdo a lo explicado esta misión facilitaría el apoyo internacional a la policía nacional haitiana, así como a la guardia costera. Contribuyendo a la mejora de la situación de seguridad sobre el terreno, la entrega de la ayuda que se necesita desesperadamente podría llegar a las personas necesitadas y responder a la actual crisis de cólera. En última instancia, dicha misión dependerá del apoyo de los estados miembros de la ONU, y este proyecto de resolución solicita explícitamente contribuciones en personal, equipos y otros recursos.
“Es hora de que este Consejo, y el mundo, se involucren. Para ser claros, somos perfectamente conscientes de la historia de la intervención internacional en Haití y, en particular, de las preocupaciones con respecto a la autorización por parte del Consejo de una respuesta que podría conducir a un papel indefinido de mantenimiento de la paz”, dijo Linda Thomas-Greenfield.
Manifestó en ese orden que el Consejo de Seguridad y la comunidad internacional deben considerar su papel de manera diferente a como lo han hecho en el pasado. “Debemos buscar otro camino, un camino que pueda responder mejor a la crisis humanitaria y de seguridad en Haití y que sea capaz de responder directamente a las necesidades del pueblo haitiano”, sostuvo.
Los temores de China
El embajador adjunto de China, Geng Shuang, se preguntó si una fuerza extranjera sería bien recibida por el pueblo haitiano o si encontraría resistencia por parte de los grupos de oposición, según The Guardian.
“En un momento en que el gobierno haitiano carece de legitimidad y es incapaz de gobernar, enviar una fuerza de acción tan rápida a Haití recibirá la comprensión, el apoyo y la cooperación de las partes presentes, enfrentará resistencia o incluso desencadenará una confrontación violenta en el parte de la población?” preguntó el señor Geng.
Dmitriy Polyanskiy, representante permanente adjunto de Rusia, también ha expresado el temor de que una fuerza extranjera golpee la resistencia popular. “Muchos grupos de oposición están pidiendo que no se permita la intervención extranjera y se refieren, con toda razón, a una experiencia, por no decir más, poco exitosa en términos de injerencia externa en los asuntos del país”, declaró M. Polyanskiy.
Richard Gowan, director de la ONU para el grupo de crisis internacional, dijo que cualquier fuerza enviada a Haití probablemente estaría compuesta por un número significativo de soldados estadounidenses, con alguna participación canadiense.
“Al final, si el gobierno haitiano realmente lo pide, si México y Brasil dicen que lo quieren, China difícilmente puede oponerse”, dijo M. Gowan, citado por The Guardian. “Los rusos podrían oponerse a su veto para avergonzar a Estados Unidos, pero si Washington quiere enviar una pequeña fuerza, eso es lo que hace”.