Un reporte de dos agencias de las Naciones Unidas, indicó que en Haití un récord de 4,7 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria aguda, 1,8 millones están en emergencia y 19 000 en la fase catastrófica, al borde de la inanición y la muerte por la extrema falta de alimentos.
“Este es un momento de tumulto en Haití. Pero hay un camino a seguir. Todos debemos ser firmes y concentrarnos en brindar asistencia humanitaria urgente y apoyar el desarrollo a largo plazo”, dijo Jean-Martin Bauer, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
En Haití “una serie implacable de crisis” ha atrapado a la población más vulnerable en “un ciclo creciente de desesperación”, de violencia y sin acceso a alimentos, combustible, mercados y servicios públicos, dice el reporte del PMA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La fase 5, alcanzó al populoso barrio Cité Soleil, al oeste de Puerto Príncipe, un espacio de 22 kilómetros cuadrados con cerca de 400 000 habitantes, la mayoría de los cuales vive en la pobreza extrema.
Se estima que 65 % de esa población se encuentra en altos niveles de inseguridad alimentaria y cinco por ciento necesita ayuda humanitaria urgente.
El aumento de la violencia en Cité Soleil (más de 300 muertos por combates entre pandillas de mayo a julio de este año) hizo que los residentes pierdan el acceso a su trabajo, a mercados y a servicios de salud y nutrición, y muchos se han visto obligados a huir o a esconderse en sus casas.
La seguridad alimentaria también sigue deteriorándose en las zonas rurales de este país de 27 800 kilómetros cuadrados y 11,4 millones de habitantes, y varias de ellas han pasado de la fase de crisis (CIF 3) a la de emergencia (CIF 4).
Las pérdidas de cosechas debido a las lluvias inferiores a la media, y el terremoto de 2021 que devastó parte de los departamentos sureños de Grand’Anse, Nippes y Sud son algunos de los choques que han empeorado las condiciones
“Necesitamos ayudar a los haitianos a producir alimentos mejores y más nutritivos para salvaguardar sus medios de vida y su futuro, especialmente en el contexto de una crisis alimentaria que empeora”, dijo José Luis Fernández Filgueiras, Representante de la FAO en Haití.
Durante años, los peligros naturales y la crisis política han pasado factura a los haitianos que ya estaban necesitados, tanto en las zonas rurales como en las urbanas.
El inicio de la crisis alimentaria mundial, con el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles, acentuada por la guerra en Ucrania, ha provocado disturbios y sumido a gran parte del país en caos, paralizando las actividades económicas y el transporte.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido al Consejo de Seguridad de la organización, de 15 Estados miembros, que considere desplegar fuerzas armadas para respaldar operaciones humanitarias en Haití.
El primer ministro haitiano, Ariel Henry, también solicitó a la comunidad internacional una “fuerza armada especializada” intervenga en auxilio del país.
El mes pasado, las pandillas bloquearon la terminal de Verreux, el principal puerto de combustible de Haití, lo que provocó una gran escasez de gasolina y diésel, y provocó el cierre de negocios y hospitales.
Entre tanto, la canasta básica de alimentos se ha colocado fuera del alcance de muchos haitianos. La inflación se encuentra en un asombroso 33 % y el costo de la gasolina se ha duplicado en pocos meses.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que ya casi 100 000 niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda severa y son especialmente vulnerables al brote de cólera que se ha presentado en la isla.
En lo que va de octubre se han reportado 357 casos sospechosos de cólera, más de la mitad de ellos en menores de 14 años. Los niños con desnutrición aguda, con sus sistemas inmunológicos debilitados, tienen al menos tres veces más probabilidades de morir si contraen la enfermedad.
El PMA ha prestado asistencia de emergencia a más de 100 000 personas en el área metropolitana de Puerto Príncipe, y en todo el país trata de llegar a 1,7 millones de personas (alcanzó a 1,3 millones en 2021), pero requiere con urgencia un respaldo que cifró en 105 millones de dólares.
A su vez la FAO ha requerido 33 millones de dólares para asistir con urgencia a unos 470 000 habitantes, y aspira llegar a más de 800 000 personas el año próximo.
Corresponsal IPS
Inter Press Service