Jatzel Román
En un suceso de significado histórico pero que ya había sido insinuado durante años, el ex Presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), endosó para la segunda vuelta presidencial brasileña a su otrora acérrimo rival, Lula da Silva.
Ambos líderes se enfrentaron en los comicios de 1994 y 1998, ganando de manera contundente Cardoso en primera vuelta, como líder del centroderechista PSDB. Dicho partido era la antítesis del PT de Lula y nunca habían hecho ningún tipo de alianza en ese país que todos los demás partidos han coincidido en algún momento u otro.
Las campañas entre ambos fueron muy duras, pero siempre en un marco de cierto respeto. En cambio, Bolsonaro en su época de conservador nacionalista estatista, se opuso duramente a la política de privatización de Cardoso y llegó a proponer fusilar al entonces Presidente.
Cardoso, quien tiene 91 años de edad, está completamente retirado de la política electoral y durante la última década ha fungido como una especie de figura de consulta.
La unión ya era previsible desde que el pupilo de Cardoso, Geraldo Alckmin, se inscribió como candidato a Vice de Lula, quien hace grandes esfuerzos por sumar gente no izquierdista a su coalición.
Hay que ver el efecto de esto pues no siempre ayuda ser el candidato del sistema.