Población de los países del Viejo Continente, que son miembros de la OTAN, no quiere verse arrastrada a un conflicto entre potencias nucleares
La realidad y las actitudes de los europeos de hoy “son muy diferentes a las que prevalecían cuando nació la OTAN en 1949” y la confianza en Estados Unidos como país aliado es mucho más débil que antes, estima William Moloney, columnista del periódico estadounidense The Hill, basándose en varios sondeos de opinión pública.
El país norteamericano como líder de la Alianza Atlántica “no es inmune a las mareas cambiantes de una opinión pública a menudo volátil”, considera el autor.
“Los recuerdos europeos de cómo la Administración Biden no consultó a los contingentes de la OTAN en Afganistán antes de la salida repentina e incompetente de EE.UU. no se han desvanecido y contribuyen claramente a las preocupaciones actuales sobre nuestro potencial de imprevisibilidad y falta de confiabilidad como aliado”, añade.
Los cambios en la postura oficial de Washington sobre distintos problemas de la agenda internacional en función de las preferencias electorales generan dudas, las mismas que se enfocan ahora en los costos económicos del conflicto en Ucrania. Una reciente encuesta de Rasmussen Reports reveló que el 42 % de los estadounidenses consideran que este conflicto perjudica a la seguridad de su país.
Mientras tanto, los “riesgos de una escalada catastrófica” de las tensiones con Rusia no son nada teóricos y los europeos se ven potencialmente “en medio de un conflicto inminente entre las dos potencias nucleares más grandes del mundo”, una situación en la que “ninguna de las partes puede darse el lujo de retroceder”, detalla el texto. A esto se suman las “heridas autoinfligidas de Europa” en el marco de la crisis energética, y todo este conjunto de desafíos genera dudas en los europeos sobre el papel de EE.UU. como un aliado.
Por su parte, la población europea, particularmente de ciertos países de la OTAN, no tiene ganas de meterse en un eventual conflicto entre EE.UU. y Rusia o China, según un sondeo llevado a cabo el año pasado por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores en 11 países, donde en proporción 2 a 1 el público opinó que sus respectivos gobiernos deben mantenerse neutrales si ocurre una guerra entre las mencionadas potencias nucleares.
Fuente: RT.