Corea del Norte lanzó el domingo un misil balístico no identificado al mar de Japón, poco después de que un portaviones estadounidense llegó a la región a realizar maniobras, en una prueba de fuerza ante el Norte
“Corea del Norte disparó un misil balístico no identificado”, dijo el estado mayor conjunto surcoreano sin aportar más detalles.
El lanzamiento ocurre en medio de informes de que Pyongyang se estaría preparando para lanzar un misil balístico desde un submarino.
Se trata del más reciente lanzamiento de prueba en una oleada de ensayos bélicos de Pyongyang este año, incluyendo el disparo de un misil balístico intercontinental a pleno alcance.
En mayo, el Norte disparó un misil balístico de corto alcance desde Sinpo, el mayor astillero naval norcoreano.
La guardia costera japonesa también confirmó el posible lanzamiento de misil, citando información del ministerio de defensa de Tokio, y pidió a los barcos en la zona mantenerse atentos.
“Navíos, por favor estén atentos a las nuevas informaciones y si observan objetos foráneos por favor no se les acerquen e informen a la guardia costera”, dijo el organismo.
La televisión pública japonesa indicó que el objeto pareció haber caído fuera de la zona de exclusión económica de Japón.
El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, quien asumió el cargo en mayo, prometió intensificar los ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos tras años de diplomacia fallida con Corea del Norte bajo el mando de su antecesor.
El viernes, el portaviones estadounidense USS Ronald Reagan, de propulsión nuclear, y buques de su grupo de ataque atracaron en el puerto sureño de Busan como parte de un esfuerzo de Seúl por intensificar su cooperación militar con Washington.
Yoon también tiene previsto reunirse el jueves con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, en Seúl, tras una visita en mayo del presidente Joe Biden y en septiembre de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
El USS Reagan realizará ejercicios conjuntos este mes en el litoral este surcoreano.
Estados Unidos y Corea del Sur son aliados históricos y han realizado numerosas maniobras militares conjuntas, que definen como defensivas, pero Pyongyang las considera como ensayos para una invasión.
“Pyongyang podría estar haciendo una demostración de fuerza durante la visita del portaviones estadounidense a Corea del Sur”, comentó el profesor Leif-Eric Easley, de la Universidad Ewha de Seúl.
“Pero las grandes pruebas norcoreanas son, principalmente, parte de una campaña de largo plazo por avanzar su capacidad militar ofensiva”, explicó.
Autoridades de Washington y Seúl han advertido durante meses de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, se prepara para realizar otro ensayo nuclear.
El régimen aislado ha hecho seis pruebas nucleares desde 2006. La última y más poderosa fue en 2017, que según Pyongyang fue una bomba de hidrógeno con un poder estimado en 250 kilotones.
“Corea del norte podría estar aplazando su séptimo ensayo nuclear por respeto a China, que tendrá una conferencia política que (el presidente) Xi Jinping está preparando rigurosamente para extender su mando”, agregó Easley.
“Pero hay límites a la autocontención de Pyongyang”.