Belgica. El destino de los rusos que escapan de la movilización de reservistas para la guerra en Ucrania provoca una clara división en la Unión Europea (UE), con países dispuestos a apoyar a los opositores a Vladimir Putin y otros que temen por la seguridad del bloque.
En ese escenario, Alemania afirma estar lista a recibirlos, los países bálticos se manifiestan en contra y la Comisión Europea (brazo ejecutivo del bloque) afirma que “acompaña atentamente la situación”, de acuerdo con un portavoz.
Los representantes permanentes de los países del bloque mantendrán el lunes una reunión de emergencia en Bruselas para tratar esta cuestión.
Por ahora no se conocen cifras concretas de la magnitud de la llegada de rusos a países de la UE tras el anuncio de una movilización de reservistas.
En la frontera de Rusia con Finlandia, el número de ciudadanos rusos que ingresan a territorio finlandés ha aumentado desde los anuncios, pero según los guardias fronterizos se mantiene dentro en los niveles habituales.
Este viernes, el gobierno de Finlandia anunció que restringirá “significativamente” el ingreso de ciudadanos rusos.
La situación representa un difícil desafío para los países de la UE, ya que si bien cada país es responsable por la gestión de sus fronteras, la normativa europea hace que todos ellos deben garantizar el ejercicio del derecho de asilo.
La obtención de ese estatus, sin embargo, no es automática y es resultado de un examen caso a caso.
Así, los países están divididos entre la intención de apoyar a quienes se oponen al gobierno ruso pero temen que un ingreso masivo permita a Rusia infiltrar agentes.
Por ello, diversos países del bloque ya anunciaron medidas para restringir la entrada de ciudadanos rusos a sus territorios.
El ministro de Relaciones Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, apuntó el jueves en Twitter que “muchos rusos que huyen de Rusia a causa de la movilización estuvieron de acuerdo en matar ucranianos”.
– ¿Objetores de conciencia? –
Por ello, añadió, “no deberían ser considerados objetores de conciencia”.
“Existen considerables riesgos de seguridad al recibirlos, y hay muchos otros países a los que ir fuera de la UE”, agregó.
Por su parte, el ministro de Defensa de Lituania, Arvydas Anusauskas, dijo que el servicio militar obligatorio no era “una razón suficiente” para obtener asilo político.
Estonia también se niega a ofrecer protección a los desertores rusos.
“Sería contradictorio con el propósito de nuestras sanciones hasta ahora, que [apuntan] a la responsabilidad colectiva de los ciudadanos rusos”, dijo el ministro estonio de Interior, Lauri Laanemets, según la agencia de noticias BNS.
La República Checa está en la misma línea, y adelantó que no emitirá visas humanitarias a desertores rusos.
Alemania, por otro lado, ha dicho que está lista para recibirlos.
“Quien se oponga valientemente a Putin y por lo tanto se ponga en gran peligro puede solicitar asilo político”, declaró a la prensa la ministra alemana de Interior, Nancy Faeser.
El gobierno alemán reconoció que “otros países, como los bálticos o Finlandia, reaccionaron de manera diferente por razones nacionales comprensibles”, apuntó a su vez Steffen Hebestreit, portavoz del jefe de gobierno, Olaf Scholz.
En respuesta, el embajador de Ucrania en Alemania, Adreii Mernyk, ha criticado lo que consideró un “enfoque equivocado”.
“Los jóvenes rusos que no quieren ir a la guerra deben finalmente derrocar a Putin y su régimen racista en lugar de huir y disfrutar de la ‘dolce vita’ en Occidente”, tuiteó