Decenas de personas manifestaron este sábado delante de la sede de Scotland Yard para reclamar “justicia”, tras la muerte de un hombre negro por los disparos de un policía, unos hechos que reavivaron el debate sobre el racismo en la policía londinense.
Chris Kaba, de 24 años, murió el 5 de septiembre por un disparo de un policía, en el suroeste de Londres, cuando el coche que conducía era perseguido por una patrulla.
El hombre, que no estaba armado, quedó herido y falleció más tarde en el hospital.
Su familia pidió una investigación por asesinato, preguntándose, en un comunicado, si Chris Kaba estaría muerto “si no hubiera sido negro”.
Congregados no muy lejos de Westminster, donde está instalada la capilla ardiente de la difunta reina Isabel II, los manifestantes reclamaron el sábado “justicia” para la víctima.
“No tenía arma. Entonces, ¿por qué le dispararon? ¿Por qué le mataron? Iba a ser papá. Su hijo crecerá sin su padre, ¿por qué?”, dijo a la AFP el escritor Chris Sibia.
Según la policía, la matrícula del auto de Chris Kaba fue detectada por una cámara que indicó que se trataba de un vehículo relacionado con un incidente anterior con armas de fuego.
El agente que disparó fue suspendido y la policía de la policía (IOPC) abrió una investigación por “homicidio”. El organismo señaló que buscaría determinar si el hecho de que la víctima fuera negra influyó en los hechos.
La familia criticó el tiempo que las pesquisas podrían demorarse, hasta nueve meses.