Los depósitos en los bancos de EE.UU. experimentaron un desplome récord de 370.000 millones de dólares en el segundo trimestre del año, la primera caída desde 2018, informa The Wall Street Journal citando datos de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos estadounidense.
A fecha del 30 de junio, el monto total de los depósitos fue de 19.563 billones de dólares, frente a los 19.932 billones contabilizados a finales de marzo.
Los depósitos en el sistema bancario estadounidense por lo general se mantienen relativamente estables, y en los últimos dos años aumentaron en unos 5 billones de dólares gracias a la inyección masiva de estímulos fiscales y monetarios por parte del Gobierno y la Reserva Federal por la pandemia del covid-19, señala el diario.
Ahora, una serie de aumentos en las tasas de interés por parte del banco central está sacando una porción de ese dinero del sistema, en parte al disminuir la demanda de préstamos y aumentar la demanda de bonos estatales, señala el diario.
Exceso de liquidez gracias al Gobierno
En abril, muchos analistas se burlaban de la idea de que los depósitos bancarios podrían disminuir este año. Pero el ritmo con el que la Reserva Federal ha venido incrementando los tipos de interés ha sido más rápido de lo esperado y su efecto sobre los depósitos es más pronunciado, explica The Wall Street Journal.
Algunos expertos esperan que la disminución de los depósitos de los clientes impulse a las entidades financieras estadounidenses a mantener menos reservas en el banco central. La rapidez con la que eso suceda tendrá implicaciones para la Reserva Federal, incluido cuando dejará de endurecer su política y el volumen final de su balance.
La salida de depósitos provocará un debate sobre cómo las medidas adoptadas por la Reserva Federal, en su intento por reducir la oferta monetaria y frenar la inflación, afectarán a un sistema bancario inundado de liquidez por los estímulos gubernamentales, prevé el periódico.
Fuente: RT