Ucrania. Rusia afirmó este martes que estaba llevando a cabo bombardeos “masivos” en todas las líneas de frente en Ucrania y acusó a las fuerzas ucranianas de torturar y castigar a civiles en en el territorio recuperado en el marco de su contraofensiva.
Los ataques rusos se produjeron después de que sus fuerzas se vieran obligadas a retirarse de varias zonas del noreste de Ucrania, sobre todo en la región de Járkov, por la contraofensiva relámpago lanzada por el ejército ucraniano.
Estos cambios territoriales suponen uno de los mayores reveses para Rusia desde que sus tropas debieron retirarse de las afueras de Kiev en el inicio de la guerra, aunque Moscú indicó que no está cerca de una paz negociada.
“Las fuerzas del aire y de artillería están llevando a cabo ataques masivos contra unidades de las fuerzas armadas ucranianas en todas las direcciones operativas”, dijo el Ministerio ruso de Defensa en su informe diario sobre el conflicto.
También se lanzaron bombardeos “de alta precisión” en posiciones ucranianas en torno a Sloviansk y Konstantinovka, en la región de Donetsk (este), añadió.
Asimismo, el Kremlin acusó al ejército de Kiev de torturar a los civiles que habitan en los territorios retomados recientemente.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que la presidencia rusa contaba con informes procedentes de la región de Járkov según los cuales “se están produciendo numerosas acciones punitivas […] Hay gente torturada y maltratada”, declaró a la prensa.
Rusia también denunció el martes lo que considera una “creciente parcialidad y politización” de la ONU por las críticas a Moscú desde su más alta instancia de defensa de los derechos humanos mientras calla sobre “violaciones” cometidas por países occidentales.
– “Demasiado pronto para decir” –
El fiscal regional anunció una investigación por supuestos crímenes de guerra después de que residentes de la zona retomada denunciaran que las tropas rusas habían matado a población local.
Las fuerzas ucranianas lanzaron su contraofensiva a principios de septiembre, al parecer, tomando al ejército ruso por sorpresa.
Según las autoridades ucranianas, sus soldados han recuperado importantes franjas de territorio y ciudades como Izium, Kupiansk y Balakliya, en el noreste; y unos 500 kilómetros cuadrados en la región de Jersón, en el sur.
Las fuerzas ucranianas en la región de Járkov han recuperado desde el 6 de septiembre más de 300 asentamientos y áreas que albergan a unas 150.000 personas, dijo la viceministra de Asuntos Exteriores, Ganna Maliar.
El lunes, el presidente Volodimir Zelenski había asegurado que en septiembre sus tropas han recuperado 6.000 kilómetros cuadrados bajo control ruso.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, consideró que las fuerzas ucranianas habían logrado “progresos significativos”.
Aún así, “es demasiado pronto para decir exactamente a dónde va esto. Los rusos mantienen fuerzas muy importantes en Ucrania, así como equipos, armas y municiones”, agregó Blinken.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, de Estados Unidos, tuiteó: “Ucrania infligió una gran derrota operacional a Rusia al recuperar casi toda la región de Járkov (…), pero la contraofensiva actual no pondrá fin a la guerra”.
– Nueva fase –
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, dijo al diario francés Le Monde que la guerra entró a una nueva fase gracias a las armas occidentales.
El gobierno ucraniano insistió en que Occidente le suministre armas más sofisticadas.
Pero Alemania volvió a estar en el punto de mira por no haberle entregado a Kiev los tanques Leopard que reclamaba.
“Ni un argumento racional de por qué no pueden suministrarse esas armas, solo temores abstractos y excusas”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores Dmytro Kuleba, después de que el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, esquivara una pregunta sobre ese asunto el lunes, afirmando que Alemania no “irá por libre” en lo que respecta al abastecimiento de armas.
El líder alemán instó a Putin, en una llamada telefónica el martes,a “llegar a una solución diplomática lo más rápido posible, basada en un alto el fuego, la retirada total de las fuerzas rusas y el respeto por la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”.
Mientras, lejos del campo de batalla, los aliados de Ucrania siguen con la crisis energética derivada del cierre del grifo del gas ruso en la Unión Europea (UE).
República Checa, que detenta la presidencia de turno de la UE, convocó una reunión extraordinaria para el 30 de septiembre con el fin de buscar medidas de emergencia destinadas a frenar la escalada de precios de la energía.