Londres, Royaume-Uni. Para despedir por última vez a Isabel II, Sarah Fowles acudió al Palacio de Buckingham con flores… y con un peluche. Con su sombrero rojo y su abrigo azul, el oso Paddington está omnipresente en medio de miles de ramos.
Todo el mundo todavía recuerda el vídeo de la reina bebiendo té con el adorable y torpe oso con motivo de las festividades del Jubileo de Platino, que el Reino Unido celebró en junio por sus 70 años de reinado.
“Fue la última vez que vimos a la reina en un evento público”, asegura Julie Williams, de 63 años, que viajó cuatro horas en tren desde Mánchester para rendir homenaje a la difunta soberana. “Era este tipo de cosas las que creaban un vínculo entre ella y la gente”.
El vídeo mostraba a la reina, de 96 años, tomando el té con Paddington y reconociendo, con una pícara sonrisa, llevar un sándwich de mermelada en su inseparable bolso, como el que lleva el entrañable oso bajo el sombrero.
A continuación, golpeaban juntos con una cucharilla sus tazas de té al ritmo de los tambores que empezaban a tocar “We Will Rock You” de Queen en directo ante el Palacio de Buckingham.
El video se volvió viral y quedó en la memoria colectiva como uno de los pocos momentos divertidos de un jubileo con tono de despedida.
“Este video era genial. Mostraba su sentido del humor, que sabía conectar con la gente, con los niños en este caso”, explica Sarah Fowles, que espera depositar su Paddington ante la verja del palacio.
“Y Paddington es simplemente una institución para los británicos”, agrega. Antes de ser el protagonista de una película, era un personaje importante de la literatura infantil desde los años 1950.
– Caballos y corgis –
En medio del mar de flores, los niños depositaron sus dibujos del famoso oso. En uno se ve a Isabel II de espalda dándole la mano, con este mensaje emotivo: “Cumplí con mi deber Paddington. Por favor, lléveme junto a mi marido”.
En otra ilustración, el oso está delante del Big Ben junto a la reina. Otro dibujo muestra a Paddington debajo de un arcoíris, acompañado de este mensaje con caligrafía infantil: “Siempre la echaremos de menos”.
“Es tan adorable”, asegura una londinense señalando un oso acompañado de un dibujo. “No consigo acostumbrarme”, murmura con tristeza su esposo, apoyado en un bastón.
Royal Parks, la autoridad que gestiona los parques reales, pidió el lunes que no depositen más peluches o globos, y que los ramos de flores no estén envueltos en plástico, para facilitar el compost.
Paddington no está solo entre tanta flor. Peluches o dibujos de corgis, los perros preferidos por la reina, lo acompañan. “La echarán de menos”, escribe un niño dentro de un corazón con pegatinas de corgis.
Los caballos también están presentes, ya que todos conocen la pasión de la reina por la hípica.
Otros mensajes son más personales: “Todos los años usted estaba en el centro de nuestras conversaciones en Navidad. ¿De qué color será el vestido de su discurso? (…) ¡Ahora habrá que adivinar la corbata del rey Carlos III!”.
Poco después del anuncio de la muerte de la reina, que será enterrada el 19 de septiembre, Paddington tuiteó desde su cuenta oficial: “Gracias señora, por todo”, repitiendo una réplica del video que lo convirtió ahora en un símbolo del adiós a Isabel II.