Londres, Reino Unido. A juzgar por sus palabras como ministra de Relaciones Exteriores, y durante su campaña por suceder a Boris Johnson, la nueva primera ministra británica Liz Truss parece dispuesta a mantener pulsos con Europa, Rusia y China.
Su tono belicoso hacia amigos y enemigos por igual -incluso el presidente francés Emmanuel Macron- tiene preocupados a algunos responsables de la seguridad en el Reino Unido.
Reponsables de Defensa obligaron a Truss a dar marcha atrás en febrero cuando, como jefa de la diplomacia, dio su aprobación a cualquier británico que quisiera dirigirse a Ucrania a luchar contra los invasores rusos.
La causa de Ucrania se convirtió en caballo de batalla para su predecesor Johnson, y Truss asegura que “redoblará” el apoyo del gobierno británico a Kiev.
“Seguiremos yendo más lejos y más rápido para expulsar a Rusia de toda Ucrania”, afirmó durante un discurso en abril, subrayando que Moscú también debe desalojar Crimea, que se anexionó en 2014.
– La doctrina Truss –
El discurso fue un anticipo de los temas de política exterior que probablemente centrarán su visión internacional desde Downing Street.
“Mi visión es la de un mundo en el que las naciones libres son asertivas y están en ascenso”, dijo.
“Donde la libertad y la democracia se fortalecen a través de una red de asociaciones económicas y de seguridad. Donde los agresores son contenidos y obligados a tomar un camino mejor”, agregó.
Entre esos “agresores” se encuentran Rusia y China.
A finales de julio, Truss prometió reforzar los lazos económicos y comerciales con los países de la Commonwealth para contrarrestar lo que, según ella, es la “creciente influencia maligna” de China.
En sus planes incluye a las potencias del Pacífico -Australia y Japón- también para contrarrestar a Pekín.
Un informe publicado la semana pasada por la expresidenta chilena Michelle Bachelet como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos sobre la situación de los uigures “avergüenza a China a los ojos de la comunidad internacional”, lanzó Truss.
– Defensora del Brexit –
Pero a ojos de Truss, Bruselas puede aparecer como un enemigo aún mayor que Pekín para lo que a ella y a Johnson les gusta llamar la “Gran Bretaña global”.
Después de haber hecho campaña contra el Brexit antes del referéndum de 2016, Truss dio un giro de 180 grados y mostró en los últimos años el entusiasmo de los conversos.
Como ministra de Relaciones Exteriores, marcó una trayectoria de colisión con la UE al impulsar una legislación que modifica unilateralmente aspectos claves del acuerdo del Brexit relativos a Irlanda del Norte.
Sin dejarse intimidar por la amenaza de una guerra comercial con la UE, Truss afirmó a mediados de agosto que estaba “absolutamente decidida” a hacer aprobar el proyecto de ley en las próximas semanas.
– ¿Relación no tan especial con EEUU? –
Truss, defensora de una política ultraliberal, recuerda a la difunta primera ministra Margaret Thatcher. Pero la comparación se tambalea cuando en lo relativo a la relación con Estados Unidos.
Su intención de reescribir el protocolo posbrexit para Irlanda del Norte y su postura intransigente hacia la Rusia de Vladimir Putin no agradan en la administración de Joe Biden.
Según el Financial Times, en su primera reunión con el secretario de Estado Antony Blinken, hace un año, Truss cuestionó el tradicional concepto de “relación especial” entre ambos países.
“Esa conversación fue emblemática de un estilo descrito como contundente, binario y asertivo por funcionarios y analistas estadounidenses, algunos de los cuales dijeron que Truss se apresuraba a adoptar posiciones maximalistas sin pensar en las consecuencias”, señaló el diario.
Truss provocó más malestar cuando, durante un acto de campaña en agosto, se negó a identificar a Macron como amigo del Reino Unido.
Y en su último mitin la semana pasada, se negó a comentar las implicaciones para el Reino Unido si el expresidente estadounidense Donald Trump se presenta de nuevo a la Casa Blanca.
Sí dijo: “Tanto Estados Unidos como Francia son democracias amantes de la libertad, y trabajaré con ambas, sea quien sea el líder”.