Al menos ocho oligarcas rusos han muerto en circunstancias sospechosas desde el inicio del año, algunos tenían conexiones con Gazprom, el monopolio energético estatal, y con Gazprombank.
Ravil Maganov, el presidente del segundo mayor productor de petróleo de Rusia, Lukoil, murió el jueves (1 de septiembre de 2022) después de caer de la ventana de un hospital en Moscú. La agencia de noticias estatal rusa TASS informó que el hombre de 67 años se había suicidado, citando una fuente policial.
Lukoil es una de las pocas empresas rusas que pide públicamente el fin del conflicto de Ucrania. Otros siete empresarios rusos, la mayoría con vínculos con la industria energética, han muerto repentinamente en circunstancias poco claras en los últimos meses.
Según los medios estatales rusos RIA, Leonid Shulman, un alto ejecutivo de Gazprom, fue apuñalado hasta la muerte en su casa en el ultrariquedo suburbio Vyborgsky de San Petersburgo el 30 de enero. Shulman, de 60 años, era el jefe de transporte de Gazprom Invest, una rama del gigante de la energía que se encarga de sus proyectos
Un mes después, otro alto ejecutivo de Gazprom fue encontrado muerto en el mismo suburbio. Alexander Tyulakov fue encontrado muerto en su garaje el 25 de febrero. Según Novaya Gazeta, un periódico ruso independiente, Tyulakov murió por suicidio.
Mikhail Watford, un multimillonario ruso nacido en Ucrania, fue encontrado muerto en su casa en Surrey, Inglaterra, el 28 de febrero. La policía de Surrey no está tratando su muerte como sospechosa.
Otro multimillonario, Vasily Melnikov, fue encontrado muerto junto a su familia en Nizhny Novgorod a finales de marzo, según el periódico ruso Kommersant. Melnikov, de 43 años, fue apuñalado hasta la muerte con su esposa y sus dos hijos el 23 de marzo.
En abril, dos empresarios rusos más murieron en aparentes incidentes de asesinato y suicidio. El 18 de abril, Vladislav Avayev, ex vicepresidente de Gazprombank, fue encontrado muerto en un apartamento de Moscú con los cuerpos de su esposa e hija. Los investigadores dicen que el banquero había disparado a su familia antes de suicidarse.
Un día después, Sergey Protosenya, un ex ejecutivo del productor de gas Novatek, propiedad parcial de Gazprom, fue encontrado muerto con su esposa e hija en su casa en Lloret de Mar, un complejo mediterráneo cerca de Barcelona.
Dos semanas después, Vladimir Lyakishev, cofundador de la cadena de restaurantes Bratya Karavayevi, fue encontrado muerto en un apartamento de Moscú el 4 de mayo. Lyakishev murió de una herida de bala en la cabeza.
En julio, Yuri Voronov, de 61 años, jefe de una empresa de logística que tenía contratos lucrativos con Gazprom, fue encontrado muerto con una herida de bala en la cabeza en su casa en el suburbio de Vyborgsky de San Petersburgo. Los investigadores atribuyeron la muerte a una “disputa con socios comerciales”.
