México, México. La Cámara de Diputados de México aprobó este sábado una polémica reforma de la Guardia Nacional, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para que esté a cargo del Ejército, como parte de su estrategia para combatir el crimen organizado.
La iniciativa fue avalada por 265 votos a favor, dos abstenciones y 212 en contra de legisladores de la oposición que sostienen que el presidente de izquierda está otorgando demasiado poder al Ejército. La iniciativa fue enviada al Senado para su votación.
“El propósito final no es militarizar al país o implantar el autoritarismo, sino cuidar, con la tutoría de la Sedena (Secretaría de la Defensa), el crecimiento sano de la que debe ser la principal institución de seguridad pública de México”, argumenta el proyecto, según el comunicado de la Cámara de Diputados.
Creada en 2019 por López Obrador tras una reforma constitucional, la Guardia Nacional tiene hasta ahora por ley un mando civil que depende de la Secretaría Ciudadana.
Está conformada por 115.000 elementos del ejército, la marina y miembros de la extinta Policía Federal.
El objeto de la modificación legislativa es “fortalecer la consolidación institucional de la Guardia Nacional como cuerpo policial permanente (…) bajo el control operativo y administrativo de la Secretaría de la Sedena”, añade el comunicado.
“Engañaron a los mexicanos prometiendo que los militares regresaban a los cuarteles”, dijo en el parlamento el legislador del opositor Partido Acción Nacional (PAN) Humberto Aguilar.
López Obrador “es el presidente más militarista en la historia del país”, agregó otro diputado del mismo partido, Jorge Triana.
El mandatario entregó en 2021 al Ejército el control de las aduanas.
Una de las frases recurrentes del izquierdista López Obrador es “el Ejército es el pueblo uniformado”.
Con la reforma se la Guardia Nacional, “veremos una creciente transgresión de derechos humanos”, dijo a la AFP Erubiel Tirado, coordinador del diploma sobre Seguridad nacional, democracia y derechos humanos de la Universidad Iberoamericana.
México está envuelto en una espiral de violencia ligada al crimen organizado que ha dejado unos 340.000 muertos desde 2006, cuando se incrementó la participación del Ejército en la estrategia contra el narcotráfico.
Grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional atribuyen parte de esa violencia a la “militarización” de la política de seguridad.