El presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva protagonizan este domingo el primer debate televisivo de la campaña electoral en Brasil, uno de los momentos más esperados rumbo a los comicios de octubre.
Es la primera vez que los dos archirrivales, figuras centrales de la historia reciente de Brasil, se miden cara a cara, en la que es considerada la elección más polarizada desde el regreso a la democracia en 1985.
Lula, de 76 años y favorito en las encuestas, confirmó el sábado su presencia.
“Nos vemos en la Band [emisora Rede Bandeirantes] mañana a las 21H00” (00H00 GMT del lunes), tuiteó el izquierdista, junto a una imagen de un calendario digital con el compromiso agendado.
El ultraderechista Bolsonaro, de 67, no confirmó oficialmente su participación, pero se espera que también asista, según fuentes de la campaña citadas por varios medios locales.
La emisora informó que “el equipo de Jair Bolsonaro estuvo el sábado en los estudios de Band [en Sao Paulo] para verificar la seguridad del presidente durante el debate”.
Organizado por un conjunto de medios brasileños, entre ellos la Rede Bandeirantes y el periódico Folha de S. Paulo, el debate es el primero del calendario de campaña con vistas a los comicios del 2 de octubre.
Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, lidera la carrera electoral con 47% de la intención de voto contra 32% de Bolsonaro, según una encuesta del Instituto Datafolha publicada el 18 de agosto. Otros sondeos también ubican a Lula en la delantera, aunque con una ventaja menor.
Ambos candidatos estarán ubicados lado a lado durante el debate, de acuerdo con el sorteo de lugares realizado por los organizadores.
Además de Lula y Bolsonaro, el encuentro espera reunir a otros cuatro candidatos, entre ellos el exministro de Hacienda Ciro Gomes (PDT, centroizquierda); y la senadora Simone Tebet (MDB, centro), tercero (7%) y cuarta (2%) en los sondeos.
A lo largo de tres horas, los postulantes responderán preguntas de los moderadores, de un conjunto de periodistas, y podrán cuestionar a sus adversarios.
El viernes, Bolsonaro dijo que debería “estar” en el debate, aunque temía tornarse blanco favorito de sus oponentes.
“En un momento creí que no debía ir, ahora creo que sí. Voy a ser fusilado, van a dispararme todo el tiempo (…) pero creo que mi estrategia va a funcionar”, afirmó el mandatario en una entrevista con la radio Jovem Pan.
Por razones de seguridad, no habrá espectadores en el estudio.
En 2018, cuando ganó las elecciones, Bolsonaro participó solo en los dos primeros debates presidenciales. Faltando un mes para la primera vuelta, fue apuñalado durante un acto de campaña y tras pasar por una cirugía, no volvió a debatir.
Ni Lula ni el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (PSDB, centro) participaron en debates antes de la primera vuelta cuando buscaron la reelección en 2006 y 1998, respectivamente.