El Nouvelliste publicó esta información firmada por 20 figuras del sector privado haitiano.
El Nouvelliste publicó lo siguiente: Los abajo firmantes, todos los miembros del sector patronal haitiano, debidamente preocupados por el deterioro sin precedentes de la situación socioeconómica y las condiciones de vida de la gran mayoría de los conciudadanos, se ven desafiados por su deber patriótico de recordar a los protagonistas económicos y políticos de su país sus obligaciones imperativas de privilegiar el interés nacional
Todos deben ser conscientes de que la quiebra actual es colectiva y que la recuperación requiere un compromiso de todos. Nuestro primer llamamiento en este sentido será a las mujeres y hombres de negocios de nuestro país con respecto al respeto escrupuloso de sus responsabilidades fiscales y legales, el cumplimiento de prácticas comerciales sólidas, la transparencia y la competencia leal y el abandono de comportamientos poco saludables, perjudiciales para la comunidad.
Nuestro segundo llamamiento está dirigido a nuestros gobiernos: es vital y urgente que las autoridades fiscales cumplan, de manera oportuna y efectiva, su responsabilidad de recaudar derechos de aduana e impuestos y el deber de hacer cumplir las leyes y reglamentos establecidos. La importante movilización de recursos financieros, que normalmente debería resultar, redundará en gran medida en beneficio de la Policía Nacional de Haití (PNH). Por lo tanto, estará en una situación moral y material cumplir más eficazmente su papel de mantener el orden y erradicar la creciente gansterización del país, que afecta a la libre circulación de personas y bienes en todo el territorio y, ante todo, a los sectores más desfavorecidos de la población, al tiempo que es uno de los factores de empobrecimiento de nuestra clase media.
Sin embargo, se entiende que la acción que se espera del Estado requiere una buena gestión de los fondos públicos.
Los abajo firmantes también deben hacer un tercer llamamiento patriótico y urgente a los protagonistas políticos para que trasciendan a sí mismos haciendo de todos y cada uno de los sacrificios necesarios para acordar una solución justa y transparente al estancamiento político actual.
El momento es serio y requiere que los actores dejen de poner sobre la mesa preguntas que causan los mismos desacuerdos y conducen a los mismos fracasos. Ninguna de las partes en conflicto tiene la legalidad o legitimidad necesarias para que prevalezca su tesis. El país ya no puede ser tomado como rehén por intereses políticos partidistas. Por lo tanto, corresponde a la clase política encontrar un consenso en torno a dos temas fundamentales:
1) la lucha contra el terror de las bandas armadas y el restablecimiento de la seguridad de las vidas y los bienes en el país.
2) el retorno al orden constitucional tras el establecimiento de estructuras que garanticen un proceso electoral creíble y aceptable para todos los partidos cuya condición sine qua non esté nivelada para que todos los candidatos a cargos electivos a todos los niveles tengan las mismas oportunidades. Teniendo esto en cuenta, los abajo firmantes consideran necesario que se incluya una reflexión sincera y objetiva sobre las reglas del juego político en el menú de esta transición, incluida la oportunidad de revisar a fondo ciertas disposiciones de nuestra ley matriz.
Sería importante que todos los ciudadanos que se encuentran en el centro de este grito de alarma se adhirieran a este enfoque denunciando la inaceptable inmovilidad en la que los actores políticos se deleitan hoy en día, que la inmovilidad contribuye al empeoramiento de la inseguridad.
Una vez que un gobierno sea elegido democráticamente, los abajo firmantes y sus colegas del sector privado que están llamados a unirse a ellos permanecerán listos para discutir importantes reformas estructurales que deberían conducir a una gobernanza moderna que, en última instancia, satisfaga las necesidades de la población.
