Leópolis, Ucrania. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, obtuvo este jueves el respaldo de su homólogo turco frente a Rusia e instó a la ONU a “garantizar la seguridad” de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por los rusos y blanco de bombardeos.
“Mientras proseguimos nuestros esfuerzos para encontrar una solución [al conflicto], nos mantenemos del lado de nuestros amigos ucranianos”, dijo el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, tras reunirse con Zelenski en Leópolis (oeste de Ucrania).
Zelenski consideró la visita de Erdogan como un “potente mensaje de apoyo, viniendo de un país tan poderoso”, y descartó cualquier acuerdo de paz sin una previa retirada de las tropas rusas.
“Personas que matan, violan, bombardean todos los días a civiles en nuestras ciudades con misiles de crucero no pueden querer la paz”, declaró, después que Erdogan asegurara que Rusia estaba “dispuesta a algún tipo de paz”.
“Que primero [los rusos] salgan de nuestro territorio y luego veremos”, afirmó Zelenski.
Desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, Erdogan se ha erigido como mediador. Aunque condenó la ofensiva, quiso mantenerse neutral y rechazó sumarse a las sanciones impuestas por los países occidentales contra Moscú.
– “Un suicidio” nuclear-
En Leópolis, Zelenski también se reunió con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien se declaró “profundamente preocupado” por la situación de la central nuclear de Zaporiyia (sur), ocupada por tropas rusas desde marzo y blanco de bombardeos que rusos y ucranianos se imputan mutuamente.
“Debemos decir las cosas como son: cualquier potencial daño a Zaporiyia sería un suicidio”, advirtió Guterres.
Zelenski pidió que la ONU garantizara “la seguridad de este sitio estratégico” y acusó a Rusia de llevar a cabo una política de “terror deliberado”, que podría tener “consecuencias catastróficas para todo el mundo”.
Ucrania asegura que Rusia almacena armas pesadas en la central, la mayor de Europa, y que desde allí bombardea posiciones ucranianas. También acusa a las tropas rusas de efectuar disparos contra sectores de la central con el fin de achacar esos bombardeos a Ucrania.
“No queremos otro Chernóbil”, dijo por su lado Erdogan, en referencia al accidente de esa central ucraniana en 1986, el peor de la historia nuclear civil.
– Aumentar exportaciones de grano –
Erdogan y Guterres fueron intermediarios clave en el acuerdo alcanzado en julio entre Moscú y Kiev para reanudar las exportaciones de grano a través del mar Negro.
Cerca de 20 millones de toneladas de cereales estaban bloqueados en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas colocadas por Kiev para defender su costa.
Según la ONU, entre el 1 y el 15 de agosto se autorizó la salida de 21 graneleros que transportaron un total de 563.317 toneladas de materias primas agrícolas, incluidas 451.481 toneladas de maíz.
Además, el primer navío humanitario fletado por la ONU, cargado con 23.000 toneladas de trigo, salió de Ucrania el martes con destino a África.
La ONU tratará de aumentar aún más las exportaciones de grano ucraniano, crucial para el abastecimiento alimentario de muchos países africanos.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 345 millones de personas en 82 países enfrentan una inseguridad alimentaria aguda -una cifra récord- y unas 50 millones de personas en 45 países corren el riesgo de morir de hambre si no reciben ayuda humanitaria.
“Haremos cuanto podamos para intensificar nuestras operaciones y así hacer frente a las dificultades del próximo invierno” boreal, declaró Guterres tras el encuentro con Zelenski y Erdogan.
En el terreno, los combates continúan y dejan nuevas víctimas civiles. Ucrania reportó al menos seis muertos y 25 heridos en bombardeos rusos contra Járkov (noreste) el jueves por la mañana.
En la víspera, Járkov ya había sido víctima de bombardeos en los que murieron 13 personas, según las autoridades locales.
Las tropas rusas intentaron en las primeras semanas de la invasión llegar a Kiev, pero fueron rechazadas y desde entonces concentraron su operación principalmente en el este y el sur del país, con apoyo de fuerzas separatistas prorrusas.