Hostens, Francia |Los bomberos siguieron combatiendo este sábado varios incendios en Francia, especialmente en el suroeste, a la espera de tormentas y lluvias que pondrán fin a la ola de calor que azota gran parte de Europa.
Más al sur, en Portugal, se declaró “controlado” el incendio en el parque natural de la Serra da Estrela, que calcinó 17.000 hectáreas.
En el suroeste de Francia, la línea de fuego de 40 kilómetros en los departamentos de Gironda y las Landas, cerca de Burdeos, “no avanzó significativamente durante la noche. Los bomberos están trabajando en su perímetro”, indicó la policía en un comunicado.
Las autoridades advirtieron que es prematuro afirmar que el incendio esté bajo control.
“Seguimos vigilando”, porque “aunque no podemos ver grandes llamas, el fuego sigue quemando la vegetación y el suelo”, dijo a AFP el teniente coronel Arnaud Mendousse, portavoz de los bomberos de Gironda.
El servicio de previsión meteorológica espera tormentas y lluvias por la noche. El impacto en los incendios es difícilmente previsible, ya que en lugar de aplacar las llamas podrían avivarlas si se ven acompañadas de vientos fuertes, indicaron Météo-France y los bomberos.
El domingo, las tormentas se extenderán a la mayor parte de Francia y pondrán fin a la actual ola de calor en el país, consecuencia directa según los científicos de la crisis climática. En este 2022, han ardido ya en Francia el triple de hectáreas que la media anual de los diez últimos años.
El fuego cerca de Burdeos comenzó en julio, el mes más seco en Francia desde 1961, y destruyó 14.000 hectáreas, además de obligar a miles de personas a abandonar temporalmente sus casas.
Las autoridades sospechan que la última reactivación del fuego cerca de Burdeos puede haber sido provocada. Las llamas quemaron allí unas 7.400 hectáreas de pinar esta semana.
- Prohíben la entrada a bosques en el este de Francia –
Los avances contra el fuego en el suroeste de Francia permitieron reabrir la autovía que conecta Burdeos y España, tras permanecer cerrado desde el miércoles un tramo de 20 kilómetros.
Ante la magnitud de los incendios, Francia ha requerido el apoyo de bomberos de países de la Unión Europea como Alemania, Polonia, Austria y Rumanía, que han sumado más de 360 efectivos al millar de colegas franceses en el terreno, así como aviones cisterna.
“Aquí somos todos voluntarios. Estamos entrenados y queremos ayudar”, dijo Tone Neuhalfel, un bombero alemán de 36 años.
Incendios hubo también en la región de Jura, en el este del país, una zona poco acostumbrada a las altas temperaturas donde el fuego arrasó 600 hectáreas de bosque.
Más al este, en el departamento del Bajo Rin, junto a la frontera con Alemania, la policía francesa estaba prohibiendo la entrada a la mayoría de los bosques a coches, ciclistas, cazadores y pescadores. Sólo podrán acceder los residentes.
“Es una medida extrema ante una situación excepcional”, dijo Pierre Grandadam, presidente de la asociación de comunas forestales de la región de Alsacia.
En Bretaña (noroeste), el mítico bosque de Brocéliande, un lugar de referencia en la leyenda del rey Arturo y el mago Merlín, perdió 400 hectáreas a causa del fuego, que este sábado “ya no estaba avanzando más”, según la prefectura.
En numerosas zonas del país, los tradicionales fuegos artificiales del 15 de agosto, con motivo de la fiesta católica de la Asunción de la Virgen, fueron prohibidos para evitar riesgos.
Incendio bajo control en Portugal
En Portugal, que vive este año una sequía sin precedentes, el incendio en el parque natural de la Serra da Estrela, en el centro del país, fue declarado “controlado” la noche del viernes al sábado tras quemar 17.000 hectáreas, afirmó protección civil.
Declarado hace una semana, el incendio está “controlado”, afirmó el comandante de protección civil Miguel Cruz a la radio TSF.
“La noche fue tranquila pero nos queda aún mucho trabajo” para evitar que se reaviven los focos, explicó, ya que el viento previsto para el sábado “era la principal preocupación” de los bomberos.
Este incendio, que afectó a un parque natural en la cadena montañosa Serra da Estrela reconocido por la UNESCO, es el más importante que sufrió Portugal este verano.
Desde el arranque del año, han ardido cerca de 79.000 hectáreas en el país, el balance más grave desde 2017, según el Instituto para la conservación de la naturaleza y los bosques.