Salman Rushdie, el autor cuyos escritos provocaron amenazas de muerte desde Irán en la década de 1980, fue atacado este viernes, cuando se disponía a dar una conferencia en la Chautauqua Institution, en el oeste de Nueva York.
Lo que se sabe hasta el momento es que Rushdie fue trasladado en helicóptero hasta el hospital y que en estos momentos está siendo operado, de acuerdo con información proporcionada por su agente, Andrew Wylie.
El primer reporte policial indicó: “El 12 de agosto de 2022, alrededor de las 11:00, un hombre sospechoso subió corriendo al escenario y atacó a Rushdie y a un entrevistador. Rushdie sufrió al menos una puñalada en el cuello y fue transportado en helicóptero a un hospital del área. Su estado aún no se conoce”.
En tanto, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, confirmó el parte de la Policía. Dijo que el escritor está vivo, que fue trasladado al hospital y que se esperan novedades sobre su estado.
El libro de Rushdie “Los versos satánicos”, está prohibido en Irán desde 1988, ya que muchos musulmanes lo consideran blasfemo. Un año después, el difunto líder iraní, el ayatolá Ruhollah Komeini, emitió una fatwa, o edicto, pidiendo la muerte de Rushdie.
Irán también ha ofrecido más de 5 millones de dólares de recompensa para quien mate a Rushdie.
El régimen de Irán hace tiempo que se distanció del decreto de Jomeini, pero el sentimiento anti-Rushdie persiste alentado por Teherán. En 2012, una fundación religiosa semioficial iraní aumentó la recompensa por Rushdie de 2,8 a 3,3 millones de dólares. Y en 2016 la recompensa pasó a 3,9 millones.
Rushdie desestimó esa amenaza en ese momento, diciendo que no había “ninguna prueba” de que hubiera gente interesada en la recompensa. Ese año, Rushdie publicó unas memorias, “Joseph Anton”, sobre la fatwa.
En Los versos satánicos aparecen ciertas marcas que los religiosos condenaron: por ejemplo, el uso del nombre Ayesha (que fue la esposa más joven de Mahoma) para referirse a una prostituta, llamar bastardo a Abraham, la historia de Salman Farsi (que fue compañero de Mahoma y que aparece ridiculizado en la novela de Rushdie), entre otras alusiones directas.
Sin embargo, estas alusiones pueden leerse desde su inmanencia y en resonancia con otras historias políticas y otros ambientes, es decir, sin la necesidad de conocer el Corán o la situación política de Irán o de Medio Oriente.
Esto convierte a Los versos satánicos en un clásico siempre vigente.