Pingtan, China | China disparó el jueves misiles balísticos y desplegó aviones y navíos de guerra alrededor de Taiwán, en el primer día de sus maniobras militares más importantes en décadas contra la isla para protestar por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Pese a las advertencia de Pekín, que considera a Taiwán como parte de su territorio, Pelosi, segunda en la línea de sucesión presidencial, hizo una visita relámpago a Taipéi, en la que aseguró que Estados Unidos “no abandonará” a Taiwán.
Las maniobras, que empezaron el jueves al mediodía (04H00 GMT), incluyeron “disparos de misiles convencionales” hacia las aguas de las costas orientales de Taiwán, indicó Shi Yi, un portavoz de las fuerzas militares chinas.
“Todos los misiles alcanzaron el objetivo con precisión”, agregó el coronel Shi.
Por su parte, el ministerio taiwanés de Defensa confirmó que el ejército chino había disparado “11 misiles” balísticos de tipo Dongfeng “entre las 13H56 y 16H00 en las aguas del norte, sur y este de Taiwán”.
Son “acciones irracionales que socavan la paz regional”, condenó el ministerio, que no precisó si los proyectiles sobrevolaron la isla.
Maniobras “sin precedentes”
En Pingtan, una isla china situada cerca de la zona de las maniobras, periodistas de la AFP vieron hacia las 13H13 (05H13 GMT) elevarse al cielo varios proyectiles no identificados, seguidos de una estela de humo blanco.
En esta zona, la más cercana a Taiwán, los reporteros también vieron cinco helicópteros militares volando a baja altura cerca de un turístico lugar.
Las maniobras militares chinas deben concluirse el domingo.
Según el diario chino Global Times, que cita a analistas militares, estas operaciones son de una envergadura “sin precedentes” ya que los misiles van a sobrevolar Taiwán por primera vez.
Pekín defendió los ejercicios, así como otras maniobras realizadas los últimos días, como “justos y necesarios” y culpó a Estados Unidos y sus aliados de la escalada.
“En la actual lucha por la visita de Pelosi a Taiwán, Estados Unidos es el provocador y China la víctima”, declaró la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying.
Una fuente militar china dijo a la AFP que los ejercicios se realizan “en preparación para un combate real”.
“Si las fuerzas taiwanesas entran en contacto con el EPL (Ejército Popular de Liberación) y accidentalmente disparan un arma, el EPL tomará medidas severas y todas las consecuencias estarán del lado taiwanés”, agregó las Fuerzas Armadas Chinas.
Bloquear la isla
Los ejercicios buscan simular un “bloqueo” de la isla e incluyen “el asalto de objetivos en el mar, el ataque de objetivos en tierra y el control del espacio aéreo”, según la agencia oficial Xinhua.
Las autoridades de la isla condenaron las maniobras, calificándolas de “un acto irracional que quiere desafiar el orden internacional”.
La hipótesis de una invasión de Taiwán, con 23 millones de habitantes, es poco probable. Pero, desde la elección en 2016 de la actual presidenta, Tsai Ing-wen, las amenazas para llevarla a cabo van en aumento.
Tsai, que pertenece a un partido independentista a diferencia del gobierno anterior, se niega a reconocer que la isla y la parte continental forman parte de “una misma China”.
Estos últimos años, las visitas a Taipéi de responsables y legisladores extranjeros se han multiplicado, lo que ha acrecentado la indignación de Pekín.
Como respuesta, China ha buscado aislar a Taiwán a nivel diplomático y ha incrementado la presión militar contra la isla.
Sin embargo, analistas han dicho a AFP que China no busca escalar la situación más allá de su control, al menos por ahora.
“Lo último que quiere Xi es que estalle una guerra accidental”, estima Titus Chen, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Sun Yat-Sen de Taiwán.
Pero, para Amanda Hsiao, analista de China para el International Crisis Group, “el anuncio de los ejercicios militares chinos representa una clara escalada de la actual base de actividades militares chinas alrededor de Taiwán y de la última crisis en el estrecho de Taiwán de 1995-1996”.
“Actuando así, Pekín indica que rechaza cualquier soberanía” de las autoridades taiwanesas”, agrega.