Campaña del Gobierno español contra prejuicios físicos acaba entre críticas machistas

Campaña del Gobierno español contra prejuicios físicos acaba entre críticas machistas

La nueva campaña del Ministerio de Igualdad de España, para reivindicar la diversidad de cuerpos y luchar contra los prejuicios, no ha dejado indiferente a nadie.

“Hoy brindamos por un verano para todas, sin estereotipos y sin violencia estética contra nuestros cuerpos”, decían desde la cuenta oficial del Ministerio al hacer público el cartel.

En él se observa a varias mujeres de distinto color de piel, algunos cuerpos con peso no normativo, con tatuajes, una mastectomía o sin depilar.

La intención era validar los cuerpos de las mujeres, sean como sean, que sobre todo en verano sienten una mayor presión social hacia su aspecto, para reivindicar una diversidad sin complejos.

“Todos los cuerpos son válidos y tenemos derecho a disfrutar de la vida como somos, sin culpa ni vergüenza”, afirmaba la ministra de Igualdad, Irene Montero, compartiendo el cartel en su perfil de Twitter.

En un primer momento la imagen recibió un aluvión de críticas. Por un lado, se criticaba que el mensaje no tenía sentido, puesto que todo el mundo podía ir a la playa, mientras que por otro se acusó a la campaña de, incluso, fomentar la obesidad.

Sin embargo, muchas personas, sobre todo mujeres, se sintieron identificadas con el mensaje. En este caso, por un lado se argumentaba que si bien todo el mundo podía ir a la playa, no era menos cierto que muchas personas se enfrentaban a burlas, complejos o vergüenza al mostrar sus cuerpos.

Además, muchas personas se lanzaron a narrar sus problemas con trastornos de la alimentación, como la anorexia o la bulimia, afirmando que mensajes como este, que normaliza todos los cuerpos, les habrían sido de gran ayuda en el pasado para no caer en su enfermedad o para poder superarla.

Sin embargo, las críticas, en la mayoría de los casos machistas, enseguida quedaron silenciadas cuando llegó la repercusión internacional de la campaña en varios medios, alabando la iniciativa. 

Pero el descanso fue mínimo, porque ese mismo día saltó de nuevo la polémica cuando la modelo británica Nyome Nicholas denunció en sus redes que el Ministerio de Igualdad había utilizado su imagen sin su consentimiento para la elaboración del cartel.