La nueva Constitución tunecina sometida a referéndum podría socavar la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales, dijo Ned Price, portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
“Un amplio sector de la sociedad civil tunecina, los medios de comunicación y los partidos políticos han expresado su profunda preocupación por el referéndum del lunes”, señalando en particular “la falta de un proceso inclusivo y transparente”, añadió Price.
Pese a que los defensores de los derechos humanos y la oposición denuncian la falta de controles en el texto, se prevé que se apruebe tras una votación con “baja participación”, según calificó Price.
La nueva Constitución, impulsada por el presidente Kais Saied, que aglutinó todos los poderes el 25 de julio de 2021 argumentando que el país era ingobernable, concede amplias prerrogativas al jefe de Estado, hasta el punto de poner en peligro la incipiente democracia tunecina.