México, México. La defensa del veterano narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, capturado el viernes y pedido en extradición por Estados Unidos, promueve amparos legales para conseguir su liberación, informó este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Desde el sábado se presentaron amparos que se están tramitando y las autoridades están respondiendo a jueces, tanto la fiscalía como la secretaría de Marina”.
Dijo el mandatario durante su habitual conferencia matinal.
“Vamos a cuidar de que no haya corrupción y cualquier acto contrario a la ley”, advirtió.
López Obrador recordó que Caro Quintero recobró su libertad en 2013 mediante un amparo basado en un tecnicismo legal, tras haber cumplido 28 de los 40 años de cárcel a los que fue condenado por el asesinato del agente estadounidense Enrique Camarena en 1985.
Evocó, además, que su gobierno enfrentó una situación similar cuando en mayo de 2021 un juzgado ordenó liberar a Héctor “El Güero” Palma, antiguo narcotraficante del cártel de Sinaloa, preso desde 1995. La fiscalía logró revertir el fallo y recapturarlo.
El gobernante detalló que los recursos presentados por la defensa de Caro Quintero alegan “errores en el procedimiento” de detención, tras el cual murieron 14 marinos que participaron en el operativo al desplomarse el helicóptero que los transportaba.
Consultado sobre la posible extradición del capo, López Obrador se limitó a decir que “eso lo va a decidir la autoridad competente”.
En tanto, reiteró que el arresto del llamado “Narco de Narcos” fue labor de la fiscalía mexicana con apoyo de la secretaría de Marina y que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) no tuvo “injerencia directa”.
Descartó además que la DEA haya alertado a la Marina sobre la ubicación de Caro Quintero y “mucho menos” que su personal haya participado del operativo. “Ya no es como antes”, sostuvo.
López Obrador también rechazó versiones de prensa según las cuales la captura se habría logrado con información que Estados Unidos otorgó durante su visita a Washington la semana pasada, o que existieran presiones de ese país para efectuarla.
“No son negociaciones en lo oscurito con nadie (…) Somos un gobierno independiente”, afirmó.
Caro Quintero, de 69 años y uno de los líderes del extinto cártel de Guadalajara, es acusado de la tortura y asesinato del agente de la DEA “Kiki” Camarena en 1985, debido a lo cual Estados Unidos ofrecía 20 millones de dólares por su captura.
Acusado por la DEA de haber seguido traficando tras su excarcelación en 2013, el señalado capo fue detenido en la localidad de Choix (estado de Sinaloa, noroeste) y recluido en el penal del Altiplano (Estado de México, centro).