Montreal, Canadá. La participación de Rusia en la reunión ministerial del G20 en Indonesia fue “absurda” y similar a “invitar a un pirómano a una reunión de bomberos”, criticó el sábado la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland.
“Nos opusimos firme y claramente a la presencia de funcionarios rusos”, recordó la vice primera ministra canadiense, de raíces ucranianas, durante una rueda de prensa telefónica.
La “invasión ilegal” de Ucrania por parte de Rusia es la única responsable de las “consecuencias económicas” que se están sufriendo actualmente en todo el mundo, añadió Freeland, antes de atacar a la delegación rusa.
“Los tecnócratas rusos que trabajan para financiar la maquinaria de guerra de (el presidente ruso Vladimir) Putin son cómplices personales de los crímenes de guerra de Rusia al igual que sus generales”, dijo.
La reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 en Indonesia terminó el sábado sin una declaración conjunta tras los desacuerdos sobre la ofensiva rusa en Ucrania.
Freeland también defendió la decisión canadiense de permitir el regreso a Alemania de las turbinas reparadas destinadas al gasoducto ruso Nordstream, que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski consideró “inaceptable”.
Aunque fue “muy difícil” de tomar, “fue la decisión correcta”, argumentó.
“Los desafíos energéticos que enfrentan Alemania y nuestros socios europeos son muy reales y Canadá es consciente de ello”, añadió.
Freeland señaló que Estados Unidos había elogiado públicamente esta elección y que Alemania había dejado claro que “su capacidad para mantener su apoyo a Ucrania podría verse amenazada”.
Berlín exigió la devolución de estos equipos a Europa a pesar de las sanciones contra Rusia, con la esperanza de evitar un corte en el flujo del gasoducto operado por el grupo ruso Gazprom.