Desde que se declaró el día en 2014, las celebraciones del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud han brindado una oportunidad única para el diálogo entre la juventud, las instituciones educativas y de formación técnica y profesional (ECTP), las empresas, las organizaciones de empleadores y trabajadores, los encargados de formular políticas y los asociados para el desarrollo.
El Día Mundial de las Habilidades de la Juventud 2022 se celebra en un contexto de máximos esfuerzos por conseguir una recuperación socioeconómica tras la pandemia de COVID-19 y que están a su vez relacionados con desafíos como el cambio climático, los conflictos, la pobreza persistente, el aumento de la desigualdad, el rápido cambio tecnológico y la transición demográfica, entre muchos otros.
Las mujeres y niñas jóvenes, los jóvenes con discapacidad, los de las comunidades más pobres y/o rurales, los pueblos indígenas y los grupos minoritarios, así como quienes sufren las consecuencias de los conflictos violentos y la inestabilidad política, continúan excluidos debido a una combinación de factores.
Además, la crisis ha acelerado varias transiciones por las que ya estaba pasando el mundo del trabajo, que añaden capas de incertidumbre sobre las habilidades y competencias que se demandarán después de que se supere la pandemia.
Las Naciones Unidas y agencias como UNESCO-UNEVOC ayudan a abordar estos desafíos reduciendo las barreras de acceso al mundo del trabajo, asegurando que las habilidades adquiridas sean reconocidas y certificadas, y ofreciendo oportunidades de desarrollo de habilidades para los que están fuera del mercado laboral: jóvenes escolarizados y aquellos que no tienen empleo, educación o capacitación (NINI).
Durante esta Década de Acción para la Agenda 2030, la plena participación de los jóvenes en los procesos globales es vital para generar cambios positivos e innovación.
¿Sabías que…?
- Estimaciones recientes sugieren que se tendrían que crear 600 millones de puestos de trabajo en los próximos 15 años para satisfacer las necesidades de empleo de los jóvenes.
- La proporción de jóvenes que ni estudian ni trabajan se ha mantenido obstinadamente alta durante los últimos 15 años y ahora se sitúa en el 30% para las mujeres jóvenes y el 13% para los hombres jóvenes en todo el mundo.
- Los jóvenes de entre 15 y 24 años se han visto aún más afectados por la crisis de COVID-19 que los adultos. A nivel mundial, el empleo juvenil cayó un 8,7% en 2020, en comparación con el 3,7% de los adultos.
- Las empresas y organizaciones de formación prácticamente paralizaron su actividad debido a las medidas de confinamiento durante la pandemia. La capacitación se interrumpió para el 86% de los aprendices y el 83% de las personas en prácticas. Casi la mitad de las empresas han dejado de pagar algún tipo de remuneración a los becarios o aprendices.
- La población joven crecerá en más de 78 millones entre 2021 y 2030 y los países de bajos ingresos representarán casi la mitad de ese aumento. Los sistemas de educación y formación deberán responder a este desafío.