Washington, Estados Unidos. Estados Unidos anunció el martes que enviará 1.700 millones de dólares en ayuda económica a Ucrania para que pueda recuperarse de los perjuicios causados por la invasión rusa.
Esta asistencia ayudará al gobierno democrático de Ucrania a suministrar servicios esenciales al pueblo” de ese país.
Resaltó la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, en una nota.
Los fondos son parte de un paquete de ayudas a Ucrania por 7.500 millones dólares firmado en mayo por el presidente Joe Biden y se canalizarán a través del Banco Mundial (BM).
Esta última contribución de asistencia económica para Ucrania es parte del compromiso del presidente Biden de apoyar al Gobierno de Ucrania mientras defiende la democracia del país contra la guerra no provocada e injustificable de Rusia.
Dijo Yellen en la nota.
La partida se destinará a operaciones críticas en Ucrania, como el pago de los salarios de los trabajadores de la salud, según el comunicado del Tesoro.
Según estimaciones del BM, la guerra, que comenzó con la invasión de Rusia a su vecino en febrero, podría provocar que la economía ucraniana se contraiga hasta en un 45% en 2022.
Actualmente, el país del este europeo tiene un déficit presupuestario que crece 5.000 millones de dólares cada mes, exacerbado por su incapacidad para recaudar fondos o acceder a financiamiento en los mercados externos.
Los aliados de Kiev se han apresurado a bombear ayuda a Ucrania, y el G7 y la Unión Europea también anunciaron compromisos por 29.600 millones de dólares, de los cuales 8.500 millones son provenientes de Estados Unidos, según el Departamento del Tesoro.
Washington ya hizo dos desembolsos de 500 millones de dólares a través del BM en abril y mayo para ayudar a cubrir los costos inmediatos de Ucrania mientras luchaba contra la invasión de Rusia, así como un tercer pago de 1.300 millones en junio, según el Tesoro.
El último tramo de los fondos de asistencia se transferirá a finales de septiembre.
Por otra parte, Washington ya ha suministrado a Kiev más de 6.000 millones de dólares en equipamiento militar desde el inicio de la invasión rusa.