Las fuerzas ucranianas libraron el sábado encarnizados combates contra las tropas rusas y separatistas en Lysychansk, uno de los últimos bastiones ucranianos de la cuenca del Donbás, en el este del país.
En Bielorrusia, el presidente Alexander Lukashenko afirmó que su ejército interceptó misiles lanzados desde Ucrania, en pleno auge de versiones sobre la creciente implicación de su país, aliado de Rusia, en la guerra entre sus dos vecinos.
Los separatistas apoyados por el ejército ruso afirmaron que habían rodeado “totalmente” Lysychansk.
Pero Ucrania lo negó.
“Los combates son intensos en los alrededores de Lysychansk. Afortunadamente, la ciudad no está rodeada y se halla bajo control del ejército ucraniano”, dijo el portavoz de la Guardia Nacional, Ruslan Muzychuk.
Lysychansk es actualmente la localidad más importante en manos de Ucrania en la cuenca del Donbás, desde la caída, la semana pasada, de Severodonetsk, de la cual está separada por un río.
Su conquista permitiría a las tropas rusas avanzar hacia Sloviansk y Kramatorsk, más al oeste, asegurándose prácticamente el control de la región, que ya estaba parcialmente en manos de separatistas prorrusos desde 2014.
“Nos provocan. Debo decir que hace unos tres días, tal vez más, trataron de bombardear desde Ucrania objetivos militares en Bielorrusia”, declaró el presidente Lukashenko, citado por la agencia estatal bielorrusa Belta.
El mandatario, estrecho aliado del presidente ruso Vladimir Putin, reiteró que Bielorrusia “no tiene intención de combatir en Ucrania”. Pero agregó que respondería “instantáneamente” a cualquier ataque enemigo.
Otros campos de batalla
Sloviansk, en la provincia de Donetsk (que junto a Lugansk conforma la cuenca del Donbás), es bombardeada día y noche desde hace al menos una semana y por lo menos cuatro civiles murieron y 12 resultaron heridos en las últimas 24 horas, indicó el gobernador regional, Pavlo Kyrylenko.
“Hoy el ejército ruso continuó disparando misiles a nuestras ciudades”, dijo el presidente ucraniano Volodimir Zelenski el sábado en la noche en su alocución diaria, y citó ataques en seis ciudades hasta la noche.
“Un combate feroz continúa a lo largo de toda la primera ínea, en Donbás”, dijo, y añadió que “la actividad del enemigo se está intensificando en la región de Járkov”.
En esa ciudad al norte, la segunda ciudad más grande de Ucrania después de Kiev, los misiles alcanzaron un barrio de la ciudad sin causar víctimas, según el gobernador de esa región.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, afirmó que la fuerza aérea rusa había atacado allí una fábrica de tractores donde se encontraban tropas y equipos.
Según la misma fuente, en el frente sur, el ejército ruso atacó 39 centros de mando y dos depósitos de municiones cerca de Mykolayev, con fuego de artillería y ataques aéreos.
“El enemigo está sufriendo grandes pérdidas en todos los frentes”, aseguró.
Hoja de ruta para la reconstrucción
En medio de los combates, en su alocución del sábado Zelenski se mostró expectante sobre la conferencia que abordará la reconstrucción de Ucrania que tendrá lugar el lunes en Suiza.
Líderes de una docena de países y organizaciones internacionales se reunirán en Lugano con el objetivo de entregar una hoja de ruta para la recuperación del país azotado por la guerra.
Reconstruir Ucrania “requiere inversiones colosales, miles de millones, nuevas tecnologías, las mejores prácticas, nuevas instituciones y, por supuesto, reformas”, anticipó Zelenski.
Dijo que 10 regiones de Ucrania han sido afectadas en la guerra, con muchos poblados y villas que necesitan ser “reconstruidas desde cero”.
Se espera que la hoja de ruta exponga las necesidades de reconstrucción para una infraestructura destruida, una economía devastada, y una urgente recuperación social y medioambiental.
Este esfuerzo se calcula costará cientos de miles de millones de dólares.
En otro frente, el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, dijo en Twitter que había hablado con el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, y que ambos coincidieron “en la necesidad de un séptimo paquete de sanciones de la UE contra Rusia”.
– Guerra del grano –
Ucrania, con sus puertos ocupados o bloqueados, había pedido el viernes a Turquía interceptar un carguero ruso que zarpó de Berdiansk, en la zona ocupada del Mar de Azov, por sospechar que transporta miles de toneladas de cereales robados por Moscú.
La guerra en Ucrania y las sanciones impuestas por los países occidentales contra Rusia han generado grandes tensiones en los mercados de los cereales, los fertilizantes y la energía, con una inflación disparada y riesgos de hambrunas en todo el mundo.
Las fuerzas rusas se retiraron esta semana de la isla de las Serpientes, en el mar Negro, alegando que se trataba de un “gesto de buena voluntad” con el que pretendía facilitar los esfuerzos de la ONU para reanudar la exportación de cereales ucranianos.
Pero el ejército ucraniano acusó el viernes a Rusia de haber atacado con bombas de fósforo esa isla, que se había convertido en un símbolo de la resistencia en los primeros días de la invasión rusa, iniciada el 24 de febrero.