Amigos a primer olor: personas que se agradan mutuamente porque huelen parecido

Amigos a primer olor: personas que se agradan mutuamente porque huelen parecido

Washington, Estados Unidos |A menudo se dice que cuando las personas se agradan inmediatamente es porque comparten “química”.

Esa expresión podría ser cierta, en sentido literal, de acuerdo con un nuevo estudio publicado el viernes en el periódico Science Advances, cuya conclusión apunta a que las personas que tienen olores corporales similares son más propensas a llevarse bien como amigos.

“Los mamíferos inhumanos terrestres constantemente se olisquean entre ellos y, con base en esto, deciden quién es amigo o enemigo”

escribió un grupo de investigadores liderado por Inbal Ravreby del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel.

Sabiendo que las personas buscan amigos que son similares a ellas, el equipo avanzó en la hipótesis de que los humanos podrían olerse a sí mismos y a otros para estimar subconscientemente similitudes en el olor corporal y juzgar su compatibilidad.

Para averiguarlo, recolectaron muestras de pares del mismo sexo, amigos sin interés romántico que describieron su relación como de clic a primera vista, o como lo define el estudio, “cuando la sensación de amistad se forma antes de que extensa información biográfica sea intercambiada”.

Después de un amplio esfuerzo de convocatoria, encontraron 20 parejas, mitad de mujeres y mitad de hombres, entre los 22 y los 39 años.

Para prevenir que factores externos contaminaran o influenciaran las pruebas, todos los participantes tuvieron que seguir un estricto protocolo que incluía evitar comida picante, dormir en camisetas de algodón y lejos de sus parejas o mascotas.

Las camisetas eran recolectadas en bolsas selladas y testeadas con una nariz electrónica, un dispositivo equipado con sensores que analizan composiciones químicas. Los investigadores hallaron que las firmas olfativas de los “amigos a primera vista” eran estadísticamente más cercanas a coincidir que las de quienes no eran amigos.

Para evaluar si los resultados de la nariz electrónica replicaban con fidelidad la percepción humana, el equipo convocó a humanos olisqueadores y diseñó un conjunto de pruebas para verificar la validez de sus resultados.

En una de estas pruebas, por ejemplo, se les presentaba a los voluntarios tres olores: dos de una pareja compatible y una de una que no lo era. Ellos identificaban con éxito sus pares y rechazaban al incompatible.

El olor también predice amistades

Estos resultados al parecer confirman la hipótesis de que olores similares pueden derivar en amistad, pero una explicación alternativa fue que las personas que son amigas pasan mucho tiempo juntos y tienen experiencias moldeadas por olores corporales similares, como el lugar en el que viven o lo que comen.

Para desmenuzar estas dos posibilidades, el equipo diseñó otra prueba para averiguar si el olor podría ser un predictor exitoso que determine si dos personas que nunca se hayan conocido hagan clic.

Para eso, convocaron a 17 extraños y los pusieron a interactuar entre ellos en una prueba llamada “Juego del Espejo”, que consiste en pararse a medio metro de distancia para que se puedan oler entre ellos de manera subconsciente. Se les pidió hacerse mímica y otros movimientos de manos por dos minutos sin hablarse.

La similitud química en sus olores, como lo probó la nariz electrónica, predijo con éxito los las compatibilidades en el 77% de los casos, y también anticipó que no habría clic ni en uno ni en otro en el 68% de los casos.

Y para más certeza, entre más cercanos eran los olores de las personas, más tendían a informar que se agradaban mutuamente, se entendían y sentían mayor química.

En suma, el resultado del estudio “sugiere que los amigos del mismo sexo que hacen clic tienen un olor más similar entre ellos de lo que se esperaría por casualidad”, concluyó el equipo.   

Los humanos, a diferencia de otros mamíferos terrestres, usan lenguajes complejos para interactuar, entonces es posible que los efectos del olor en condiciones de laboratorio fueran amplificados en comparación con lo importantes que pudieran ser en la vida real, escribió el equipo.

“De todas formas, creemos que nuestros resultados implican que podríamos ser más similares a otros mamíferos terrestres que lo que comúnmente creemos”.