La atleta de los Estados Unidos Anita Álvarez acababa de terminar su rutina cuando se desmayó antes de salir del agua y fue Andrea Fuentes, la entrenadora del equipo, la que se tiró a la pileta para rescatarla, durante la final del solo libre, una de las categorías de la natación artística, en el Mundial de natación.
Durante una entrevista con el diario El País, la atleta brindó detalles de lo acontecido durante la competencia. “Todo se volvió negro”, comenzó su estremecedor relato la deportista de 25 años. “Solo sentí que estaba dejando todo en la piscina”, remarcó.
“En la última figura, donde tengo que despedirme levantando un brazo, me recuerdo pensando: ‘¡Empuja ese brazo! ¡No abandones ahora! ¡Dalo todo hasta el último segundo!’”, manifestó la estadounidense.
Añadió: “En el pasado he sentido que me desvanecía. Esta vez creo que estaba muy conectada mentalmente, tan metida en mi papel, viviendo el momento tan intensamente, que estaba realmente disfrutando de mi actuación. Seguí, seguí, seguí…”.
Estas declaraciones van en sintonía con las que realizó su entrenadora, Andrea Fuentes (Ganó cuatro medallas: tres de plata y otra de bronce, entre Beijing 2008 y Londres 2012), días atrás, “los deportistas ponemos el cuerpo al límite, ha descubierto hoy donde está su límite. A ella le pasó hace un año: simplemente se quedó un poco en la superficie, un poco inconsciente, pero no se hundió. Yo estaba a un metro, entonces la saqué. En nuestro deporte es algo que puede pasar porque estamos sin respirar durante mucho rato, con las pulsaciones muy altas, y a veces el oxígeno no llega donde tiene que llegar y nos desmayamos”.
“En esta rutina me encontraba genial, tan cansada como siempre pero disfrutando. Y cuando sentí que por fin podía permitirme relajarme fue cuando todo se volvió negro. No recuerdo nada más”, remarcó Álvarez.
Pese a lo ocurrido tras su rutina, Anita sostuvo que está en condiciones de continuar en la competencia: “Siento mi cuerpo totalmente normal. Es algo que ya me ha ocurrido. Descansas y al día siguiente vuelves al agua. Tienes que hacerlo así para no cargar tu cabeza de miedo”.