Manifestantes indígenas bloquean Quito pese al llamado a dialogar

Manifestantes indígenas bloquean Quito pese al llamado a dialogar

Indígenas bloquearon este jueves los accesos a Quito en el cuarto día de protestas contra el gobierno, que no tienen visos de solución por falta de acuerdo para sentar las bases de un diálogo con el Ejecutivo.

Las protestas, en las que participan otros sectores, se extendieron hasta dos de los principales mercados que abastecen a la capital, de tres millones de habitantes, sin producirse mayores incidentes.

Hacia el sur, donde se concentran pequeños grupos de manifestantes, troncos y neumáticos humeantes, además de rocas, impedían el paso de vehículos.

“Venimos a reclamar nuestros derechos porque los productos que sacamos del campo nos pagan a bajos precios”, dijo a la AFP Nelson Jami, un agricultor de la comunidad de Salamalag, en la andina provincia de Cotopaxi (sur).

Un camión que transportaba a manifestantes volcó en el sector dejando doce heridos, según los bomberos. El vehículo llevaba pegado un cartel con la leyenda “Presentes al paro ¡Fuera Lasso!”.

Las protestas por tiempo indefinido, que empezaron el lunes, fueron convocadas por la poderosa y opositora Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que pide al mandatario conservador Guillermo Lasso la reducción de precios a 1,50 dólares para el galón de 3,78 litros de diésel y a 2,10 para la gasolina de 85 octanos.

Entre mayo de 2020 y octubre de 2021, el diésel casi duplicó su valor, pasando de 1 a 1,90 dólares, y la gasolina extra subió un 46%, al trepar de 1,75 a 2,55.

Pedidos sin resolver

Luego de tres días de manifestaciones, a las que se han unido estudiantes y transportistas, todavía no hay luz al final del túnel pese a que Lasso aseguró el miércoles que “tenemos las puertas abiertas al diálogo, pero no cederemos ante grupos violentos que pretenden imponer sus reglas”.

El líder de las protestas y de la Conaie, Leonidas Iza, expresó a su vez que el gobierno no ofrece garantías para conversar.

“No nos garantiza ningún proceso de diálogo”, manifestó.

En 15 de las 24 provincias del país se registraban cortes de carreteras, de acuerdo con el Servicio Integrado de Seguridad ECU911.

La Conaie participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005. También protagonizó fuertes protestas antigobierno en 2019, con once muertos, y 2021.

“Está en sus manos realmente resolver estos puntos para que dé tranquilidad al pueblo”, declaró Iza al dirigirse al mandatario.

Reclamó que “luego de un año no hemos tenido respuestas” a los pedidos de los indígenas, que representan un millón de los 17,7 millones de ecuatorianos.

Desde que asumió Lasso, en mayo de 2021, la Conaie ha mantenido varias rondas de negociaciones “infructuosas” con el Ejecutivo.

El presidente tiene previsto reunirse este jueves con transportistas, que el miércoles también bloquearon el acceso sur de Quito reclamando un alza del costo de los fletes.

Mediación

El movimiento indígena reporta que durante las manifestaciones se han registrado 14 heridos.

Ocho agentes resultaron con heridas, mientras que otros once y un fiscal fueron retenidos temporalmente por manifestantes, de acuerdo con la Policía, que también informó de 29 detenidos.

La Conaie sostiene que el lunes presentó ante la presidencia un pliego con diez demandas, que incluyen la regulación del precio de los productos agrícolas y la renegociación de deudas que los agricultores tienen con la banca.

Iza, quien el miércoles fue liberado tras 24 horas de arresto, señaló que la resolución de las organizaciones aborígenes es movilizarse a nivel nacional y de manera indefinida, lo que está afectando al sector productivo y hasta petrolero con la paralización de pozos en la selva amazónica.

El ministro de Producción, Julio Prado, indicó que las pérdidas por las protestas ascienden a 20 millones de dólares, frente a los 800 millones que dejaron las manifestaciones por más de una semana en 2019.

El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, planteó a varios de sus homólogos “promover un diálogo” entre el gobierno y los movimientos sociales para “superar el momento difícil”.