Moscú, Rusia | Los antiguos restaurantes en Rusia del grupo McDonald’s, que anunció su salida del país tras más de 30 años de presencia en reacción al conflicto en Ucrania, fueron rebautizados como “Vkousno i tochka” (“Delicioso. Punto”) por su nuevo propietario ruso.
“El nuevo nombre es ‘Vkousno i totchka'”, declaró en una conferencia de prensa en Moscú el director general del grupo ruso, Oleg Paroyev.
El nuevo propietario de la cadena de restaurantes, Alexander Govor, aseguró que los 51.000 exempleados de McDonald’s en toda Rusia conservarán su trabajo.
“Estoy muy orgulloso de que se me haya dado el honor de desarrollar esta empresa. Soy ambicioso y planeo no solo abrir los 850 restaurantes, sino también desarrollar otros nuevos”, dijo Govor.
Govor, de 62 años, operaba desde 2015 bajo la franquicia McDonald’s 25 restaurantes en varias ciudades de Siberia, hasta que llegó a un acuerdo de compra del negocio el 19 de mayo pasado, tres días después de que McDonald’s informara de su salida del mercado ruso.
Con un nuevo logotipo para sustituir los arcos dorados de McDonald’s, el primer restaurante bajo propiedad rusa abre a las 12H00 hora local (09H00 GMT) el domingo en la plaza Pushkin, en Moscú.
Este es el restaurante histórico donde el primer McDonald’s abrió, con enormes colas, en enero de 1990, poco menos de dos años antes del colapso de la Unión Soviética.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, visitó en la mañana del domingo ese restaurante emblemático, y aseguró en la mensajería de Telegram que “la calidad del servicio seguiría siendo la misma”. En total, 15 puntos de venta abren este domingo en la capital rusa.
Paroyev dijo que los precios de las hamburguesas serían ligeramente más altos que los de la cadena estadounidense debido a la inflación en Rusia, pero aseguró que seguirían siendo “asequibles”.
McDonald’s, que había cerrado temporalmente sus restaurantes en Rusia a principios de marzo, anunció el 16 de mayo que se retiraba definitivamente del país y que vendía todas sus operaciones, justificando esta decisión por la necesidad de “mantenerse inflexible” con respecto a sus “valores”.