Dos nuevos tiroteos dejaron al menos cinco muertos y dos docenas de heridos este fin de semana en Estados Unidos, alimentando una ola de violencia armada, mientras el Congreso busca acuerdos para restringir el acceso a las armas de fuego.
Los tiroteos, la noche del sábado en Filadelfia y la madrugada del domingo en Chattanooga, Tennessee, volvieron a sacudir a un país que enfrenta una epidemia de violencia armada que ya se ha cobrado la vida de varios miles de estadounidenses este año y no muestra signos de disminuir.
– Desconocidos –
En Filadelfia, en el noreste, desconocidos abrieron fuego contra una multitud dejando tres muertos y 12 heridos, indicó la policía.
La comisionada de policía de Filadelfia, Danielle Outlaw, dijo que una de las víctimas se peleó con otro hombre, lo que podría haber sido la causa del tiroteo. Los otros dos eran “espectadores inocentes”, agregó.
“Catorce personas (…) fueron alcanzadas por disparos y hospitalizadas”, había dicho previamente el inspector D.F. Pace, agregando que “dos hombres y una mujer fueron declarados muertos tras arribar a hospitales con múltiples heridas de bala”.
Agregó que agentes en el lugar “observaron a varios tiradores activos abriendo fuego contra la gente” en la animada zona de South Street.
Un agente disparó contra uno de los tiradores, que soltó su arma y huyó, aunque no estaba claro si fue alcanzado, añadió Pace, quien detalló que en el lugar se encontraron dos armas semiautomáticas y un cargador de alta capacidad.
Un testigo, Eric Walsh, describió al Philadelphia Inquirer a personas que huían del tiroteo “con salpicaduras de sangre en las zapatillas blancas y con las rodillas y los codos despellejados”.
– Más de un tirador –
En tanto, el tiroteo de Chattanooga, en el sureño estado de Tennessee, dejó dos muertos y 12 heridos, mientras que otra persona murió y dos más resultaron heridas tras ser atropelladas por vehículos que huían de la escena, dijo la jefa de policía Celeste Murphy.
“Varias” víctimas están en estado crítico, agregó.
Murphy indicó que “más de un tirador estuvo involucrado” en el incidente ocurrido antes del amanecer ocurrió cerca de un club nocturno en el centro de esta ciudad de 180,000 habitantes.
Hasta el mediodía del domingo no se habían realizado arrestos en ninguno de los dos casos, dijeron Murphy y los medios de Filadelfia.
Desde el tiroteo en una escuela de Uvalde (Texas), el 24 de mayo, que dejó 21 muertos, se registraron más de dos docenas de ataques con múltiples víctimas en Estados Unidos, según el centro Gun Violence Archive.
-“Ya basta” –
El presidente Joe Biden llamó el jueves al Congreso restringir la venta a particulares de fusiles de asalto, fustigó a los republicanos que se oponen a ello y deploró que lugares como escuelas u hospitales “se hayan convertido en campos de exterminio, campos de batalla”.
El senador demócrata Chris Murphy trabaja con un grupo parlamentario bipartidista en una serie de reformas. La labor es ardua porque los republicanos rechazan casi sistemáticamente la mayoría de las medidas destinadas a regular las armas.
Murphy dijo el domingo que el grupo espera elaborar un proyecto que cuente con el apoyo de al menos 10 republicanos, además de casi todos los demócratas. “Creo que la posibilidad de éxito es mayor que nunca”, declaró a la CNN. “Pero también creo que las consecuencias de un fracaso para toda nuestra democracia son mayores que nunca”.
Las medidas -dijo- incluirían “una inversión significativa en salud mental, financiamiento para la seguridad en las escuelas y algunos cambios pequeños pero fuertes en las leyes de armas”, entre ellos controles más estrictos de antecedentes de los compradores de armas de fuego.
Si bien los republicanos han bloqueado durante años la mayoría de los esfuerzos para controlar el acceso a las armas, algunos se han pronunciado recientemente a favor de un cambio.
En Texas, estado conservador y amante de las armas, más de 250 entusiastas de las armas de fuego, incluidos donantes del gobernador republicano Greg Abbott, firmaron una carta abierta apoyando los esfuerzos de reforma bipartidista publicada como anuncio en el Dallas Morning News.
La carta respalda ampliar las verificaciones de antecedentes, elevar la edad para comprar armas a 21 años y crear leyes de “bandera roja” destinadas a mantener las armas fuera del alcance de las personas consideradas en riesgo de violencia.
Según una encuesta de CBS News, la mayoría de los estadounidenses está a favor de normas más estrictas para la posesión de armas y 81% apoya la verificación de antecedentes de los compradores potenciales.
Ante la reiteración de los hechos de violencia, Biden volvió a decir “basta” el domingo. “Si no podemos prohibir las armas de asalto como deberíamos, debemos al menos aumentar a 21 la edad” para adquirirlas, tuiteó.