El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció el lunes una propuesta para congelar la posesión de armas de fuego en Canadá, lo que efectivamente podría prohibir su importación y venta en el país luego de los recientes tiroteos masivos en el vecino Estados Unidos.
El proyecto de ley aún debe pasar por el Parlamento, donde los liberales, en el gobierno, son minoría.
“Estamos introduciendo legislación para implementar un congelamiento de la tenencia de armas cortas”, dijo Trudeau en conferencia de prensa, acompañado de decenas de familias y de víctimas de la violencia armada.
De ser aprobado el proyecto, “ya no será posible comprar, vender, transferir o importar armas de mano en cualquier lugar de Canadá” agregó el mandatario. “En otras palabras, estamos limitando el mercado de las armas cortas”.
Días después de que el peor tiroteo ocurrido en Canadá dejara 23 muertos en una localidad rural de Nueva Escocia en abril de 2020, el gobierno prohibió el porte de 1.500 tipos de armas de fuego de tipo militar y rifles de asalto.
Pese a eso, Trudeau reconoció el lunes que la violencia armada continuaba aumentando.
La agencia estatal de estadísticas reportó la semana pasada que la cifra de crímenes violentos en los que se relacionaron armas de fuego contabilizaban menos del 3% de todos los crímenes violentos en Canadá.
Pero desde 2009 la tasa per capita de armas apuntando a alguien casi se triplicó mientras que la tasa de armas de fuego disparadas con intención de matar o herir se quintuplicó.
Y casi dos terceras partes de los crímenes en áreas urbanas involucraron armas cortas.
El ministro de seguridad pública Marco Mendicino estimó que hay cerca de un millón de armas cortas en Canadá, cifra significativamente mayor que hace una década.
“Problema complejo”
“La gente debería ser libre de ir al supermercado, su escuela o su lugar de culto sin miedo. La gente debe ser libre de ir al parque o a una fiesta de cumpleaños sin preocuparse de lo que pueda pasar por una bala perdida”, añadió Trudeau.
“La violencia armada es un problema complejo”, enfatizó. “Pero al final del día la matemática es realmente simple: entre menos armas haya en nuestras comunidades, más seguros estarán todos”.
Por su parte el diputado Alistair MacGregor, del Nuevo Partido democrático (NDP), crítico de la seguridad pública, indicó que su partido podría estar dispuesto a trabajar con los Liberales para pasar la propuesta de Trudeau
“Queremos creer que el anuncio de hoy sobre la violencia armada es una prioridad y no solo otro truco político de este gobierno, pero hay un patrón de comportamiento de los Liberales para usar la violencia armada solo cuando significa sumar puntos en política”, dijo MacGregor en una declaración.
Muchos legisladores del partido Conservador criticaron el proyecto de ley al considerarlo inútil.
“El problema real en el país no son los poseedores de armas de fuego que respetan la ley, que están fuertemente regulados”, manifestó a la cadena CBC John Brassard, líder de la minoría en la Cámara de los comunes.
“El problema real en el país tiene que ver con las pandillas y criminales que están importando las armas, en especial de Estados Unidos, usando armas ilegales en nuestras calles”, explicó.
Por su parte la diputada conservadora Raquel Dancho, crítica parlamentaria de su partido sobre la seguridad pública, respaldo esta posición.
“El anuncio de hoy no se enfoca en la causa real de la violencia armada en nuestras ciudades: las armas ilegales contrabandeadas hacia Canadá por grupos criminales”, tuiteó Dancho.
El proyecto de ley también impide la tenencia de armas a personas con historial de violencia doméstica y retira la licencia de porte a quienes se consideren un riesgo para sí mismos o para los demás, además contempla penas más duras para el tráfico ilegal de armas.
La Coalición Canadiense para el Control de Armas, fundada tras la muerte de 14 mujeres en la universidad de Montreal en 1989, elogió la propuesta del Primer Ministro.
“La propuesta de eliminar la tenencia de armas cortas es un gran paso adelante y muestra que el gobierno ha escuchado las voces de las víctimas”, dijo la presidenta de esa organización Wendy Cukier, en un comunicado.