A la pregunta de si hay vida después de la muerte, una empresa alemana responde que un poco y propone grabar mensajes de video antes del fallecimiento de una persona para sus deudos, una “estela digital” en la que los recuerdos permanecerán accesibles durante años.
Esta propuesta presentada en el salón “Vida y muerte” de Bremen, que es la mayor feria dedicada al negocio del duelo en Alemania, permite que los visitantes aborden el tema de la muerte con un tono más relajado.
En Alemania, un país de tradiciones austeras y muy normadas por la tradición luterana, el tema de la muerte y las formas de afrontarla han estado marcadas por la desacralización progresiva de los ritos, una tendencia que fue acelerada por la pandemia.
El salón “Vida y muerte” se celebra desde hace 14 años y permite a miles de visitantes acceder a los profesionales del sector y preparar su despedida.
La aplicación “Youlo”, una contracción de la frase en inglés “You Only Live Once” (Sólo se vive una vez) permite a los futuros difuntos preparar una página póstuma de recuerdos con fotos, videos y textos, a los cuales sólo tendrán acceso personas designadas.
“Con la globalización, cada vez más personas viven lejos de su lugar de origen. Viven a varios kilómetros y visitar un lugar dedicado a la memoria requiere muchos esfuerzos”, explicó Corinna Düring, creadora de la aplicación lanzada a principios de mayo.
“La crisis sanitaria amplificó esta necesidad”, agregó.
“La muerte ya no es tabú”
Durante la pandemia del nuevo coronavirus, numerosas familias en duelo tuvieron que adaptarse y recurrir al mundo online para seguir funerales de sus seres queridos por videoconferencia.
En paralelo la difusión diaria del número de muertos ha permitido sacudir el tabú que planeó durante mucho tiempo sobre este tema.
“La muerte no debe ser un tabú ni debe chocar, no te debe pillar desprevenido, no se debe hablar con eufemismos”, afirma a la AFP la periodista Bianca Hauda, autora del podcast “Enterrar, Hauda”, difundido por la radio pública RBB.
Su proyecto busca “ayudar a las personas a tener menos miedo y aceptar la muerte”.
“La crisis del coronavirus va a tener consecuencias en esta cuestión”, señaló Frank Thieme, un sociólogo y autor de la obra “Morir y la muerte en Alemania” que recorre las prácticas funerarias en los últimos 25 años.
Entre las nuevas prácticas está la posibilidad de construir su propio ataúd, las oraciones personalizadas y la irrupción de los formatos digitales, cambios que hasta hace poco eran poco aceptados.
Restricciones normativas
Para el historiador Norbert Fischer de la Universidad de Hamburgo, la cultura de los sepelios y del duelo en el siglo XXI evoluciona, al igual que la sociedad hacia una mayor individualización.
“Las instituciones sociales tradicionales, como la familia, el vecindario o la Iglesia, pierden su importancia dando paso a una cultura funeraria postmoderna marcada por una mayor libertad de elección”, dijo.
Esta evolución opera más lentamente en Alemania que en otros países europeos “ya que las reglas jurídicas en materia de funerales son más estrictas” y no están en consonancia con “los deseos individuales”, indicó el sociólogo Thorsten Benkel.
Algunos partidos políticos, como los ecologistas, quieren deshacer las estrictas normativas, especialmente el denominado “Friedhofszwang”, que rige desde hace 200 años y que impide enterrar un ataúd o una urna fuera de un cementerio.
Esta normativa tuvo su origen en la prevención de epidemias, pero con la cremación quedó obsoleta.