La inflación cedió ligeramente en Estados Unidos en abril, un dato que nutre la esperanza de que lo peor haya pasado, aunque es apenas un alivio en un contexto de fuerte alza de precios que afecta tanto el poder de compra de los estadounidenses como la popularidad de Joe Biden.
En 12 meses a abril, la inflación se ubicó en 8,3%, y aunque el dato es inferior al acumulado en un año a marzo, está igualmente por encima de lo previsto, según el índice de precios al consumo (CPI) publicado el miércoles por el Departamento de Trabajo.
El alza de precios está cerca de los máximos en 40 años que registró el mes pasado. Los precios de los alimentos registraron su mayor incremento en 12 meses desde el registro de 1981 (+9,4%).
Estas cifras provocan oscilaciones en la bolsa de Nueva York, que se mantiene entre territorio positivo y negativo desde la apertura este miércoles.
La buena noticia es que se trata de la primera vez en ocho meses que el aumento de precios se modera, lo que alimenta la esperanza del inicio de un lento retroceso de la inflación, tras el pico de marzo, cuando se registró el mayor índice de inflación desde diciembre de 1981.
“La inflación tal vez alcanzó un máximo, pero el descenso hasta fin de año será todo menos rápido”, advirtió sin embargo Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon.
“Nivel aceptable”
El presidente Joe Biden intenta, desde que empezó la semana, convencer a los estadounidenses de que la Casa Blanca hace todo lo que puede para luchar contra la inflación, que pesa sobre su popularidad cuando se acercan las elecciones de medio mandato de noviembre.
“Si bien reconforta ver que la inflación anualizada se moderó en abril, sigue en un nivel inaceptable. Como dije ayer (martes), la inflación es un desafío para las familias en todo el país y reducirla es mi principal prioridad económica”, sostuvo en un comunicado.
El mandatario tiene previsto hablar a las 14H15 locales (18H15 GMT) sobre lo que califica como “el alza de precios de (Vladimir) Putin”, desde una establecimiento agropecuario cerca de Chicago.
Allí presentará una serie de medidas para tratar de bajar la disparada de los precios de los alimentos.
La oposición republicana recuerda sistemáticamente que los precios comenzaron a subir mucho antes de la guerra en Ucrania, que Rusia lanzó en febrero.
Si se consideran los datos mensuales, la moderación de la suba de precios es más evidente que en el largo plazo, con un retroceso de 0,3% con respecto a marzo, frente a un aumento de 1,2% en ese mes en relación a febrero.
La principal razón es que los precios de la gasolina cedieron un poco en abril. Aunque el martes volvieron a marcar un récord histórico.
Los costos de la energía aumentaron 30,3% en los últimos 12 meses, y el costo de la gasolina es 43,6% más elevado que hace un año.
Los precios de los autos de segunda mano, que contribuyeron en buena medida a la fuerte inflación por la baja producción de unidades nuevas debido a la escasez de semiconductores, volvieron a bajar en abril (-0,4%) por tercer mes consecutivo.
Riesgo persistente
“Aunque las cifras de abril sugieren que podría haberse alcanzado un máximo”, el reciente récord de precios de la nafta en las gasolineras “muestra que el riesgo persiste”, advirtió Kathy Bostjancic, economista jefa de Oxford Economics, en una nota de análisis.
“Los cierres en China por el covid y la guerra ruso-ucraniana ejercen una presión adicional sobre las cadenas de aprovisionamiento, ya tensionadas”, destacó la economista.
Si se excluyen los precios más volátiles de energía y alimentos, la inflación subyacente mes a mes marca 0,6% en abril frente a 0,3% en marzo. Pero en 12 meses se reduce a 6,2% en abril cuando en marzo marcó 6,5%.
El martes, varios responsables de la Reserva Federal se manifestaron partidarios de incrementos fuertes de tasas en los meses que vienen para tratar de conjurar la subida de precios, frenando consumo e inversión.